Mestre, al borde de la muerte por una gravísima dolencia hepática

El ex gobernador radical Ramón Mestre seguía al cierre de esta edición internado en "muy grave estado" en una clínica de la ciudad de Córdoba afectado por una severa insuficiencia hepática provocada por una hepatitis tipo C.
El también ex ministro del Interior de la Alianza fue internado de urgencia en la clínica Romagosa en la madrugada del lunes y desde el mediodía de ayer es asistido por un respirador artificial. Su situación no mejoraba y los pronósticos médicos tampoco eran alentadoras dado que el jefe de terapia intensiva de la clínica, Carlos Bassani, dijo al dar su último informe que la salud del ex funcionario "depende solo de Mestre y de Dios".
Es que según el diagnóstico difundido, Mestre sufre de "insuficiencia hepática severa por hepatitis aguda grave, sobre terreno de hepatitis crónica viral de tipo C, agravada por la presencia de dos nódulos hepáticos, uno en cada lóbulo".
Mestre, de 65 años, había aceptado semanas atrás postularse una vez más como candidato a gobernador de Córdoba, pero el lunes fue internado y ahora se encuentra "entubado y recibe respiración artificial".
Su evolución era seguida en una afligida vigilia por radicales, familiares y amigos que se acercaron a la clínica o se congregaron en la Casa Radical, de la céntrica esquina de Velez Sarsfield y bulevar San Juan. Mestre nació en San Juan el 29 de agosto de 1937.
En 1991 se separó de la línea angelocista, se afianzó a nivel nacional y gobernó la provincia desde 1995 hasta que, en el 99, el peronismo con José Manuel de la Sota a la cabeza le ganó las elecciones y en el último tramo del gobierno de la Alianza fue interventor federal en Corrientes y ministro del Interior.
Estos dos últimos cargos los desempeñó bajo un halo de escándalo, dado que su llegada a Corrientes fue precedida por una brutal represión a manifestantes en un puente que dejó dos muertos y, como ministro de Fernando de la Rúa, no pudo contener los desmanes que dejaron una treintena de fallecidos y derivaron en la caída de la gestión aliancista en diciembre de 2001.