Hollywood evoca los fantasmas del macartismo

Los actores de Hollywood, que enfrentan una reacción violenta por su oposición a una guerra en Iraq, han vuelto a evocar los fantasmas del macartismo de la época de la Guerra Fría, y piden que se evite el regreso a una de las eras más oscuras de la industria del cine.
El sindicato de actores de cine señaló que una serie de correos electrónicos de llenos odio dirigidos contra actores que se manifestaron públicamente contra la guerra, junto a llamamientos para el boicot de las películas y álbumes de música en programas de radio y a través de la Internet "sugieren que las lecciones de historia, para algunos, han caído en saco roto".
"Deploramos la idea de que aquellos que están en el ojo público deban sufrir en el plano profesional por tener la valentía de dar voz a sus puntos de vista. Ni siquiera un indicio de lista negra debería volver a ser tolerado en esta nación", dijo el sindicato de actores en un comunicado.
Esta reacción del gremio se produjo en respuesta a una ola de abusos cometidos contra las celebridades estadounidenses que se expresaron públicamente contra "una carrera hacia la guerra" en programas de entrega de premios transmitidos por televisión, en anuncios antibelicistas por TV o por participar en multitudinarias manifestaciones.
Martin Sheen, quien interpreta al popular presidente ficticio Joshia Bartlet en el programa de la cadena estadounidense NBC, "The West Wing", estuvo en el centro de las críticas desde que se convirtió en el portavoz jefe de la coalición antiguerra.
Sheen dijo esta semana en una entrevista concedida al diario Los Angeles Times que estas críticas a través de e-mail de odio pedían a la NBC que le despidieran de la serie premiada con el Emmy.
Sheen dijo que el equipo del programa lo "había apoyado en un ciento por ciento", pero que los altos ejecutivos "dieron a entender que estaban muy descontentos con lo que estoy haciendo". La NBC se lavó las manos. "Martin Sheen está actuando en su condición de ciudadano. Respetamos su opinión y su derecho a la libertad de expresión", dijo la NBC en un comunicado.
El gremio de actores manifestó que las propuestas de que "personajes famosos que expresan puntos de vista inaceptables deberían ser castigados con la pérdida de su derecho a trabajar", era un "una tendencia alarmante" que recordaba las actuaciones del Comité sobre Actividades No Americanas dirigidas por el senador Joseph McCarthy.
Más de 320 personas, entre las que figuraban Arthur Miller, Orson Welles, Dashiell Hammett, Paul Robeson y Charlie Chaplin fueron puestos en la lista negra que les impedía trabajar en la industria del entretenimiento, debido a opiniones consideradas izquierdista o no patrióticas.
El gremio lo calificó como un "período vergonzoso", explicando que la industria de hoy en día tenía la obligación de guardar y valorar los principios constitucionales de libertad de expresión, más que "postrarse ante campañas de difamación y de caza de brujas", como sucedió medio siglo atrás.
"No iré al cine. No apoyaré los programas de televisión, no compraré su música. Mi familia y yo podríamos boicotear a cualquiera en Hollywood hasta que ellos decidan que su trabajo sólo tiene el propósito de entretener", rezó una petición online firmada como Ciudadanos Contra los Expertos Famosos.
G.I.Jargon.com, una página web que agrupa a los militares estadounidenses, policías y bomberos, calificó a las celebridades como "talibanes" e hizo una llamada al boicot contra "los profesionales antiamericanos del entretenimiento".
Opiniones extremas que muestran que la inminente guerra con Iraq abrió heridas en Estados Unidos que tardarán en cicatrizar.