El sacerdote Alberto Athié, ex secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de México, anunció que dejará el ministerio, tras denunciar un caso de abuso sexual que involucra al fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
"Con preocupación y dolor me retiro del sacerdocio, el cual no puedo ejercer en su totalidad porque no se hace justicia para revisar ciertos casos", dijo Athié. El sacerdote, que también fue secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Paz y la Reconciliación en Chiapas, región donde opera la guerrilla zapatista, dijo que la jerarquía católica ha obstaculizado su labor pastoral desde que hizo públicas las denuncias contra Maciel, el año pasado.
El fundador de los Legionarios de Cristo, muy cercano al Papa Juan Pablo II, ha sido acusado de abusos sexuales por varios ex seminaristas y miembros de esa influyente orden religiosa. Entre las víctimas figura, según denunció Athié, un amigo suyo ya fallecido.
Acusado "muy querido por el Papa"
El sacerdote indicó que, antes de hacer públicas las acusaciones, habló con el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, pero éste le respondió que se trataba de un "complot" contra los legionarios.\En 1996 envió una carta al cardenal Joseph Ratzinger en el Vaticano y la respuesta fue que "Marcial Maciel era un hombre muy querido del Papa y no era conveniente abrir el caso", según señaló. Athié, que reclamó justicia para las personas implicadas, relacionó su denuncia con el hecho de que se le hayan retirado todos los cargos y que desde 2001 prácticamente haya estado en el exilio en Estados Unidos, dedicado al trabajo con migrantes.\El sacerdote fue desplazado de la secretaría ejecutiva de la Comisión Episcopal de Pastoral Social en 2000, luego de la redacción de una carta pastoral en la que se hacía una revisión del pasado de la Iglesia y un llamado a la alternancia en el poder, en vísperas de las elecciones que se realizaron el 2 de julio de ese año.\Athié luego tuvo fricciones con la jerarquía católica mexicana por su incorporación a mesas de trabajo sobre la reforma del Estado, en materia de asuntos religiosos, sin pedir permiso a las autoridades eclesiásticas. Indicó que presentó a Juan Pablo II su renuncia al sacerdocio el 1º de enero pasado, a través de una carta entregada al nuncio apostólico Giuseppe Bertello. "No me percibo fuera de la Iglesia, sigo siendo miembro de la comunidad. Renuncié al ejercicio porque no puedo ejercer el ministerio en su totalidad", sostuvo. (DPA)
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