El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Ricardo Suárez, salió ayer con los tapones de punta contra el gobierno de Eduardo Duhalde, al que acusó de realizar "maniobras politiqueras" en favor de tres universidades bonaerenses y evidente perjuicio para el resto, que en total sufrirán un nuevo recorte de 58 millones de pesos. Para la UNR, el tijeretazo rondaría los 3.500.000 pesos. La medida se suma a la irritación que ya cunde en el ámbito universitario: por empezar, si no se paga al menos un semestre de los tres años que se adeudan por el fondo de incentivo docente (Fonid), las escuelas universitarias irán a un paro el próximo martes.
La decisión del gobierno nacional sonó como una bofetada para la mayoría de las universidades del país, sobre todo porque hace apenas dos días los rectores nucleados en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) enviaron una durísima carta al jefe de gabinete de Duhalde, Alfredo Atanasoff, reclamando el pago urgente de los fondos adeudados del 2001 y el 2002, y la normalización de los correspondientes a este año.
Mientras aún no tenían ninguna respuesta, los rectores se desayunaron con una novedad. Según explicó Suárez, un decreto de necesidad y urgencia de esa misma Jefatura de Gabinete eliminó de un plumazo 56,6 millones de pesos que iban a repartirse entre las universidades y destinó "graciosamente" parte de ese dinero a dos casas de estudios del conurbano bonaerense, la de 3 de Febrero y la de Lanús. Otro millón y medio, presupuestariamente asignados a becas estudiantiles, también fueron a parar a otras manos, en este caso a la Universidad del Nordeste de Buenos Aires, en Junín.
"¿Con qué fundamento hicieron eso? -se preguntó retóricamente Suárez-. Según reza el decreto, sólo porque «resulta pertinente»". Pero lo que más indigna al rector de la UNR es que mientras las grandes universidades del país, como la de Rosario, claman por conseguir más fondos para sortear una crisis que describen como "terminal", otras, favorecidas discrecionalmente, logran un incremento de hasta el 60 por ciento en su presupuesto.
"Es una medida tremendamente irritativa y fuera de lugar, una maniobra politiquera con la que ya se pasaron de la raya", disparó Suárez. Lo cierto es que la decisión de la Nación dejará a la UNR y a cada una de otras universidades del país, curiosamente las que no tienen gobierno peronista, con 3.500.000 pesos menos en sus presupuestos definidos para este año.
Por eso la bronca del rector se hizo extensiva a algunos de sus pares, más precisamente a los amigos de Duhalde. Y en una carta al titular del CIN, Daniel Malcolm, lo dejó bien en claro: "Esta maniobra de beneficiar a algunas universidades en perjuicio de otras tiene responsables, y algunos de esos responsables se sientan junto a nosotros en los plenarios (cuando concurren). Por lo tanto, hago llegar a usted mi repudio a este recorte y mi total desagrado hacia quienes, por este hecho, jamás consideraré amigos".
Leña al fuego
Como primera reacción a la medida, los rectores hicieron pública la noticia, comunicaron la situación a la comisión de Educación de Diputados y por la tarde el tema fue eje de debate en la reunión ejecutiva del CIN.
Además, la novedad avivó el clima de conflicto que ya llevó a los docentes de las escuelas secundarias universitarias -en Rosario, el Politécnico y el Superior- a decidir un paro para el próximo 11 de marzo, si no cobran al menos un semestre de los tres años que les deben del Fonid.
La Ciudad
