Año CXXXVI
 Nº 49.772
Rosario,
miércoles  05 de
marzo de 2003
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Nielsen salió de gira. Se entrevistará con inversores de EEUU, Japón y Europa
Primer contacto con acreedores privados para renegociar deuda
Será la primera discusión formal tras 14 meses de default. El pasivo suma unos 60 mil millones de dólares

El gobierno iniciará mañana en Nueva York el diálogo con los tenedores privados de la deuda externa, 14 meses después de haber dejado de pagar un pasivo de unos 60.000 millones de dólares, en el default más grande que haya realizado nación alguna.
Con el viaje que emprendió anoche a Estados Unidos el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, el Ministerio de Economía abrirá su agenda para encarar la reestructuración de la deuda con inversores privados extranjeros, que incluirá quitas de capital y mayores plazos de pago, según lo determine cada negociación particular.
Pero los analistas de Wall Street transmitían hasta ayer la idea de que un gobierno saliente, al cual le quedan menos de dos meses de gestión, poco tiene para ofrecer a los acreedores si todavía no está claro quién lo sucederá en las conversaciones.
Nielsen tendrá su primer contacto con los tenedores de bonos argentinos el jueves, en compañía de los representantes del consorcio Lazard Frères, recientemente designado como asesor financiero para la renegociación.
El itinerario del funcionario continuará en Tokio, donde estará entre los días 10 y 12 de marzo y sigue luego en Europa, en una fecha aún a confirmar.
Según las estimaciones oficiales, a fin de año estará cerrada una parte sustancial de la negociación y se podrá presentar la oferta de quitas y aplazamientos a cada grupo de acreedores, lo cual es esperado por el mercado internacional como una señal de que hay voluntad de pago.
Pero al mismo tiempo se percibe como "demasiado ambicioso", teniendo en cuenta que falta resolver no sólo la sucesión presidencial sino también otros temas centrales como las tarifas, el crédito y las crecientes demandas sociales.
Los plazos de la negociación se aceleraron después de que se alcanzó el 16 de enero último un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Grupo de los Siete países más industrializados (G-7) -que cumplió un rol central en ese acuerdo- urgió al país a iniciar inmediatamente los contactos con los acreedores.
"Ahora que Argentina cumple sus compromisos con el FMI, esperamos que las autoridades reanuden los contactos e inicien un diálogo con los acreedores privados", afirmaron los ministros del G-7 en el comunicado final que se difundió en su última reunión del 22 de febrero.
Para el analista Fernando Losada, de la sede de Wall Street del ABN Amro Bank, "Nielsen va a ser bien recibido, porque el diálogo entre los deudores y acreedores siempre es bienvenido, pero tampoco hay que ser ingenuos, porque este gobierno se va en dos meses y las verdaderas negociaciones van a empezar cuando asuma el nuevo presidente".
"Hay cinco candidatos que no llegan al 20 por ciento de la intención de voto, así que la incertidumbre es enorme", expresó el analista en diálogo telefónico con la agencia de noticias Télam.
"El plazo de fin de año es un poco ambicioso para un negociación de esta envergadura y lo más probable es que recién en 2004 se extiendan bien las negociaciones", agregó.
El economista Pablo Goldberg, de Merril Lynch, indicó por su parte que "siempre es difícil para un gobierno negociar cuando va a haber cambios importantes", aunque explicó que "los tenedores de deuda que han invertido mucho dinero en el país y no se les está pagando están dispuestos a hablar con cualquiera que les traiga una propuesta aceptable".
Respecto del plazo estimado por Economía, Goldberg dijo que "es ambicioso, pero no imposible de cumplir".
La deuda privada argentina está más en Europa que en Estados Unidos, ya que los bonos no denominados en dólares suman 23.000 millones de dólares, mientras que en divisa norteamericana ascienden a 17.000 millones de dólares, y en yenes a unos 3.000 millones de dólares.
Pese a que ya hay en el Viejo Continente varios juicios abiertos contra Argentina, el propio Nielsen desestimó recientemente la vía judicial y advirtió que "necesariamente la solución a este problema debe venir por la negociación".


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