Año CXXXVI
 Nº 49.752
Rosario,
jueves  13 de
febrero de 2003
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Ajuste salarial deja en Bolivia 9 muertos y 25 heridos
El presidente, luego del convulsionado día, retiró la resolución y pidió un diálogo "sincero y fraterno"

La Paz. - Un clima de convulsión social se apoderó ayer de Bolivia a causa de un motín de unidades policiales, el anuncio de un paro nacional y enfrentamientos entre el ejército y la policía frente al palacio de gobierno, dejando un saldo de nueve muertos y al menos 25 heridos. La ola de violencia se desató cuando el pueblo conoció la aprobación del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de una escala tributaria que gravaría los salarios de los trabajadores bolivianos en un orden del 12,5% y congelaría los mismos. Luego de conocer los resultados de la jornada, el propio mandatario retiró el proyecto que disponía el impuesto al salario.
En un mensaje a la nación, el mandatario expresó su pesar por los enfrentamientos registrados en la Plaza Murillo, frente a la sede de gobierno. Ante la situación, Sánchez de Lozada determinó retirar el proyecto de Presupuesto General de la Nación que fue enviado al Congreso de Bolivia para su consideración. "El proyecto que yo esperaba sea estudiado con diferentes organismos del país y las diferentes regiones de la Nación, lo retiro para que podamos comenzar un diálogo sincero y fraterno entre todos los bolivianos", anunció el jefe de Estado."Necesitamos un presupuesto que asegure y proteja a los más pobres y a la vez que nos de obras e inversión para tener empleos, sin perder la estabilidad de nuestra economía", aseguró. "Convoco a todos que pare la violencia. Pido una sola cosa al Señor: Dios salve a Bolivia", agregó.
La Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDH) llamó también al cese de la violencia, mientras la plaza de Armas se constituía en el epicentro de intensas balaceras y el ir y venir de ambulancias y camillas. Por la mañana una manifestación protagonizada por policías vestidos de civil ingresó a la plaza Murillo para protestar por el impuesto al salario y en ese instante se retiraron los efectivos del Grupo Especial de Seguridad (GES), dejando desguarnecido el Palacio de Gobierno. Esa situación fue aprovechada por estudiantes universitarios para apedrear el Palacio Quemado, cuando en su interior aún se encontraban el primer mandatario junto a la mayor parte de su gabinete. Ante la falta de seguridad, el gobierno pidió resguardo al Regimiento Escolta Presidencial Colorados de Bolivia, cuyos efectivos retomaron el control de la Plaza Murillo.
Posteriormente, la situación se agravó cuando miembros del Grupo Especial de Seguridad (GES) dispararon indiscriminadamente gases lacrimógenos, lo que generó el enfrentamiento con militares, causando la muerte de nueve uniformados e hiriendo a un número aún no determinado de policías y militares. Ya por la tarde, el jefe de Estado abandonó las instalaciones de la casa de gobierno. Luego la plaza Murillo se convirtió en un campo de batalla debido a los intentos de ambos bandos retomar su pleno control.
Más tarde, un grupo de exaltados manifestantes ingresó por la fuerza al Ministerio de Trabajo y otro intentó penetrar en el de la vicepresidencia, edificios que se encuentran en calles céntricas de la ciudad de La Paz. Varias personas ingresaron a las oficinas del ministerio y procedieron a saquear las oficinas para quemar todos los documentos que encontraron a su paso. Mientras, a dos cuadras otro grupo de manifestantes intentó ingresar a las oficinas de la Vicepresidencia, pero fue detenido por los gases lacrimógenos lanzados desde el interior del edificio. Por la noche, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada ordenó que tropas militares patrullen las calles de la capital boliviana.
Como prevención a otros brotes de violencia, el gobierno desplegó contingentes de soldados a la entrada de la ciudad de La Paz, paso obligado al aeropuerto internacional, mientras unidades policiales de Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, Oruro y Potosí se encontraban en estado de alerta
La Central Obrera Boliviana (COB) ordenó un paro nacional para hoy, protesta respaldada por la Confederación de Empresarios Privados (CEPB). "La aplicación escalonada de tributos y la abolición del crédito y débito fiscal por las compras, es una tácita reducción de los salarios y es una medida procíclica que provocará recesión", afirmó el vicepresidente de la institución, Roberto Mustafá.
Por su parte, el poderoso gremio de los choferes ordenó para hoy el repliegue de todas las unidades de transporte público, según anunció su secretario ejecutivo, Angel Villacorta. El ministerio de Educación dispuso entretanto la suspensión de las labores escolares en La Paz debido al clima de inseguridad prevaleciente en la capital. En ese sentido, la comunidad universitaria lanzó también una convocatoria a los estudiantes para acatar el paro de 24 horas decretado por la COB. (DPA y AFP)



La policía y el ejército se enfrentaron en La Paz.
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