Año CXXXVI
 Nº 49.748
Rosario,
domingo  09 de
febrero de 2003
Min 11º
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Mar del Plata: Con los pies fuera del mar

Si bien la mayoría de los visitantes arriban a Mar del Plata con la ilusión de disfrutar de la playa y el mar, estas no son las únicas atracciones que ofrece la ciudad de la costa atlántica bonaerense. Las opciones recreativas para toda la familia incluyen el avistaje de más de 300 pavos reales en la Sierra de los Padres y el ascenso a una emblemática torre-tanque que permite apreciar la silueta marplatense desde el aire.
Entre noviembre y febrero en Sierra de los Padres, unos 300 pavos reales, presentes en la mitología y el folclore de pueblos orientales, levantan en arco sus portentosas colas de hasta 150 plumas y buscan que las hembras de su especie acepten ser fecundadas.
Desde siempre admirados por su belleza y cazados por su carne, ahora son también un adorno viviente en parques y jardines. Hay dos especies: el indio pavo cristalus de Ceylán e India y el pavo real, pavo muticus, que tiene una distribución más al este y se encuentra en Birmania, Tailandia, Indochina, la península Malaya y la isla de Java.
Claro que para observarlo con detenimiento no hay que ir tan lejos, al menos por ahora, ya que a escasos 25 kilómetros de Mar del Plata, en la Sierra de los Padres -llamada así por un asentamiento fugaz de jesuitas- las atractivas aves deambulan en un predio de siete hectáreas rodeados por perdices griegas, faisanes y flamencos.
En la Casa de los Pavos Reales, bajo la sombra de pinos, eucaliptos, aromos, cedros, fresnos y olmos y donde vuelan calandrias y zorzales, es posible escuchar el graznido característico, y ciertamente llamativo, de estas aves que tanto prodigaron a la simbología de muchos pueblos.
Son aves exóticas criados al pie de la Sierra de los Padres, una irregular formación que alcanza una altura de 200 metros sobre el nivel del mar y que pertenece al sistema de Tandilia, el plegamiento orográfico más antiguo del mundo.
Declarado reserva forestal, en el lugar se puede practicar trekking, parapente, caminatas, remar en la Laguna de los Padres, recorrer circuitos en 4x4, visitar un zoológico o la Casa de los Pavos Reales, y hasta participar de torneos de golf.
También se puede visitar la milagrosa Gruta de los Pañuelos y el peñón de Santillán. Desde el punto panorámico, se obtiene una hermosa vista de la zona de quintas que la circundan y de la Laguna de los Padres.
En las estribaciones finales de Sierra de los Padres, se descubrieron restos arqueológicos de pinturas rupestres.
La Casa de los Pavos Reales está abierta al público durante todo el año. En verano hasta Semana Santa, todos los días, de 14 a 19, excepto sábados, domingos y feriados, que funciona de 11 a 20.
En vacaciones de invierno todos los días de 13 a 18, y sábados, domingos y feriados de 11 a 18. Durante el resto del año, abierto sábados, domingos y feriados de 11 a 19.
En la visita, alguno de sus dueños acompaña al contingente haciendo las veces de guía, explicando cada una de las tareas que se realizan en la granja, como la cría de los pavos reales, ciervos y ñandúes.
La duración de la visita es de 45 minutos aproximadamente. Para más información contactarse con el e-mail: [email protected], en Internet://ar.geocities.com/lacasadelospavosreales

Desde el aire
La emblemática torre-tanque ubicada en el barrio marplatense Stella Maris, es una de las alternativas a la playa que ofrece una vista espectacular desde su mirador, ubicado a 120 metros de altura.
La torre, que cumplió 60 años, y está ubicada en la esquina de Falucho y Mendoza, en un terreno que está a 40,75 metros sobre el nivel del mar, fue diseñada por el arquitecto Cornelio Lange e inaugurada el 30 de enero de 1943.
Elevada del terreno unos 80 metros, fue construida en estilo Tudor, con piedra concertada en el subsuelo y planta baja, mientras que el resto es de piedra trabajada a punta gruesa y punta fina.
El techo, a cuatro aguas, es de pizarra negra y el mirador tiene dos formas de acceso: una escalera de 194 peldaños o un artístico ascensor enrejado, que es preferido por la mayoría de los visitantes.
Lo que no sabe el visitante es que el ascensor atraviesa un tanque en forma de anillo, con capacidad para 500 mil litros de agua.
Esa información se brinda en las visitas guiadas que durante el verano se pueden realizar de lunes a viernes, a las 11 y a las 13, aunque en realidad la torre y el mirador están abiertos al público desde las 7.30.


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