Año CXXXVI
 Nº 49.747
Rosario,
sábado  08 de
febrero de 2003
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El consorcio Pampas del Salado apunta a la exportación
Ganaderos bonaerenses, unidos para certificar la producción
Son casi 400 productores de once localidades de la provincia. Avanzaron en un sistema de trazabilidad

Un grupo integrado por 390 ganaderos de once localidades de la provincia de Buenos Aires está desarrollando el proyecto Pampas del Salado, destinado a producir hacienda con certificación de origen para la elaboración de carne destinada a la exportación.
"El proyecto consiste en producir hacienda con certificación de origen para responder a los requisitos de trazabilidad que, a partir de 2003, comenzarán a reclamar los mercados más exigentes como la Unión Europea", indicó el consorcista y vicepresidente de la Asociación de Fomento Rural de General Belgrano (Buenos Aires), Fabián Rodríguez Pilar.
"La previsión es que en un futuro próximo será muy difícil exportar sin un sistema confiable de trazabilidad y queremos prepararnos para esa exigencia", puntualizó el dirigente.
"Pampas del Salado" comenzó a tomar forma hace más de un año "como alternativa para otorgar un valor distintivo a la producción" pero recién en septiembre de 2002 se puso en marcha el plan piloto con 67 mil terneros de este corredor productivo.
El programa arrancó con el caravaneo (aplicación de una caravana o etiqueta en la oreja) de los terneros dentro de los 120 días de vida.
Además, los productores deben llevar un cuaderno de campo en el que anotan la hacienda incorporada al proyecto, según las exigencias de las buenas prácticas ganaderas establecidas por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria).
También deben anotar las prácticas de desparasitación, frecuencia, dosis y productos usados y las intervenciones de los veterinarios en el diagnóstico de preñez por tacto rectal y la revisación anual de los toros, así como las contingencias sanitarias que afecten al rodeo.
Una vez por mes, los ganaderos deben volcar los datos en el registro electrónico de la sociedad rural local, conectada en red con las restantes asociaciones que participan del proyecto, a fin de conformar un archivo con la información de todo el consorcio.
Cuando el productor quiera vender su hacienda puede solicitar, si lo desea, la certificación de origen de los animales a su sociedad rural.
Por su parte, la entidad, para comprobar que la información consignada por el productor es correcta y que la cría de la hacienda se cumple según los parámetros (alimentación a pasto, no uso de anabólicos ni antibióticos, etc.) exigidos por los mercados internacionales, enviará auditores a los establecimientos.
Los auditores, que realizarán por lo menos tres visitas desde la aplicación de la caravana hasta el momento del destete fueron capacitados por la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
La experiencia se desarrolla con haciendas de razas británicas y continentales, y sus respectivas cruzas, aptas para la faena con destino al mercado externo.
La participación de los criadores completa el circuito de la trazabilidad porque al invernador que compra el ternero al destete para engordarlo y enviarlo luego a la faena generalmente le falta la información de la evolución del animal desde su nacimiento.



Los productores quieren satisfacer la demanda europea.
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