Año CXXXVI
 Nº 49.742
Rosario,
lunes  03 de
febrero de 2003
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Dos de cada tres estadounidenses apoyan la guerra para desarmar a Irak
Es el nivel de aceptación más alto desde septiembre. Atacarían con una lluvia de 3.000 misiles en 48 horas

Washington/Bagdad. - A tres días de la presentación ante la ONU de "pruebas" sobre los programas iraquíes de armas de destrucción masiva, el apoyo de los estadounidenses a la guerra trepó a su nivel más alto desde septiembre. Según sondeos del diario Washington Post y la cadena ABC, dos de cada tres estadounidenses apoyan al presidente George W. Bush en su cruzada contra Irak. "Por primera vez desde el inicio de los sondeos, alrededor de la mitad de los estadounidenses (66%) dicen que Estados Unidos debería iniciar una acción militar incluso sin la aprobación de la ONU", asegura el matutino capitalino que registra un alza en la aprobación de un 6% en dos semanas.
Pensando ya en términos bélicos, el diario New York Times informó ayer que el Pentágono tiene intención de arrojar 3.000 bombas y misiles de precisión sobre Irak en las primeras 48 horas de la campaña para quebrar la moral del ejército y crear conmoción en el seno del poder político. Paralelamente el dominical británico The Observer indicó que los ataques norteamericanos tendrán como blanco en primer lugar los palacios del presidente iraquí y otros símbolos de su régimen para convencer al pueblo que la guerra no está dirigida contra Irak sino contra Saddam Hussein.
El matutino estadounidense afirma que en la primera fase de los bombardeos se usará "el doble de misiles teledirigidos de alta precisión que los utilizados en los dos primeros días de la Guerra del Golfo en 1991". La campaña aérea relámpago será llevada acabo por cerca de 500 aviones provenientes de las bases cercanas a la región del golfo, así como de varios portaaviones.
Frente a estas amenazas, Bagdad respondió que exterminará en caso de desembarco aéreo a "un millón de soldados" norteamericanos, declaraciones que acrecentaron la movilización de los partidarios de la paz. Mitines a los que asistieron miles de personas tuvieron lugar en Alemania, Francia, Chipre en tanto que la organización de protección del medioambiente Greenpeace desplegó sus esfuerzos en bloquear el puerto británico de Southampton para impertir la partida de un navío militar hacia el golfo.
La consejera del presidente Bush, Condoleezza Rice, afirmó que las fuerzas de Estados Unidos controlarán Irak durante "cierto tiempo" tras su "liberación" del régimen de Saddam. "Pensamos que cuando Irak sea liberado de ese terrible régimen, el pueblo iraquí será perfectamente capaz de dirigir sus propios asuntos, pero en un momento dado, en especial durante el desarrollo de las operaciones militares, necesitaremos restablecer el orden y nuestras fuerzas militares desempeñarán en ello un papel de primer plano", dijo Rice.
La consejera para asuntos de seguridad, en una entrevista concedida al diario Al Ahram, descartó la instalación de un gobierno militar y subrayó que la administración estadounidense "trabajará para instaurar una administración civil iraquí" para lo que tiene contemplado recurrir "a un grupo de iraquíes que vendrían de Estados Unidos para ayudar a dirigir los ministerios y hacer posible que reanuden sus actividades".
En ese sentido el semanario alemán Focus, cita una investigación de los servicios de inteligencia alemanes (BND), en la que se afirma que Irak dispone de laboratorios ambulantes mimetizados en la apariencia de camiones civiles para desarrollar y producir armas químicas y biológicas. Algo que ayer fue negado por el gobierno iraquí.
En tanto, el ministro de Defensa británico, Geoff Hoon, afirmó que el Reino Unido está dispuesto a utilizar armas nucleares contra Irak "en una situación extrema de autodefensa", aunque agregó que Londres y Washington no tienen aún un "calendario establecido" para lanzar la guerra.

Una ventana abierta
La ventana diplomática para evitar la guerra permanece abierta tras el anuncio de la llegada a Bagdad, el 8 de febrero, de los jefes de inspecciones de la ONU. El gobierno iraquí espera para el sábado 8 de febrero la llegada del jefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, y el jefe de la Agencia Internacional de Energ'ia At'omica, Mohamed El Baradei, según informó ayer el viceprimer ministro iraquí Tarik Aziz.
De esta manera, Bagdad tomó lo que quizás sea su última bocanada de aire, puesto que el mismo vicepresidente iraquí, Taha Yasín Ramadán, afirmó que no descartaba la posibilidad de que Estados Unidos ataque sin que el Consejo de Seguridad haya adoptado antes una resolución que le autorice a recurrir a la fuerza. Ramadán declaró también que no era "ni optimista ni pesimista" sobre la visita de Blix y El Baradei..
Por su parte, expertos del servicio de informaciones de la policía federal estadounidense consideraron sin fundamentos la insistente afirmación acerca de los supuestos lazos entre Irak y Al Qaeda.
Expertos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) aseguraron que la Casa Blanca exagera el peso de ciertos informes sobre Irak, particularmente en lo que se refiera a las supuestas conexiones del régimen con organizaciones terroristas. Según el New York Times, en la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), varios investigadores se dijeron "atónitos" de que la Casa Blanca "insista acerca de sólidos lazos entre Irak y la red de Bin Laden". "Hace más de un año que estudiamos eso de cerca, y ¿sabe qué?, simplemente pensamos que el tal lazo no existe", declaró al diario un responsable gubernamental que pidió reserva de su identidad. (AFP, Reuters y DPA)



Regocijo iraquí por la muerte del astronauta israelí.
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