"Si quedás en medio de un tiroteo, lo mejor no es escapar sino refugiarte". Esa es la máxima que solía transmitirle a sus hijos y familiares Ricardo Moriconi, un ex trabajador industrial de 77 años. La madrugada de ayer se vio obligado a ponerla en práctica cuando un asaltante quedó atrapado por una emboscada policial en el patio delantero de su casa de La Florida. El jubilado se encerró el lugar "más seguro" que halló en su vivienda, el baño, y allí esperó a que cesaran los disparos que perforaron los vidrios del frente. Al salir encontró tendido a sus pies al presunto ladrón, quien resultó herido en el abdomen.
El enfrentamiento se desató a las 6 de ayer en el frente de la vivienda de Maza 2834, donde esa calle se convierte en cortada al toparse con el Sanatorio Vieytes. El supuesto ladrón fue baleado por personal del Comando Radioeléctrico que lo buscaba por intentar robar una bicicleta a un vecino y luego fue internado en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.
Todo se inició a las 5.40 de la mañana cuando un médico que vive al lado de la casa de Moriconi sorprendió a un intruso en su patio, en el momento en que trataba de llevarse una bicicleta. Al saberse descubierto el maleante trepó a la terraza lindera mientras el médico llamaba a la policía.
Cuando el ladrón ya caminaba por los techos buscando una salida, Moriconi descansaba en su dormitorio. El jubilado industrial de 77 años despertó por un llamado telefónico: "Como yo vivo solo mi vecino me llamó. Me dijo: «Ricardo, me quisieron robar la bicicleta. Prendé las luces y no salgas»", contó el jubilado a La Capital.
El hombre decidió seguir el consejo de su vecino y respetar la recomendación que él mismo les da a sus familiares sobre qué hacer en caso de quedar atrapado en un enfrentamiento. "En vez de mirar por la ventana me refugié en el baño que es el lugar más protegido", observó. Una vez transcurrido el incidente comprobó que la decisión había sido acertada: las aberturas del frente fueron perforadas por dos proyectiles.
Mientras tanto el intruso que caminaba por la terraza decidió saltar al patio delantero de la vivienda, donde luego de traspasar una reja ganaría la calle. En ese momento fue interceptado por uno de los móviles del Comando que, según Moriconi, rodearon la cuadra al ser alertados del incidente. La policía reveló al jubilado que entonces el asaltante rompió con el cabo de un cuchillo un ventiluz que está pegado a la puerta de acceso, con la aparente intención de encontrar la llave puesta y poder resguardarse allí. "Menos mal que no lo logró. Si entraba a lo mejor todavía me tendría de rehén", aventuró Moriconi.
De acuerdo con fuentes policiales, en ese momento se produjo un tiroteo entre los uniformados y el joven que intentaba escapar. La policía informó que incautó un revólver calibre 38 marca Colt sin numeración al asaltante. El dueño de casa dijo que escuchó entre seis y ocho disparos desde su refugio.
Cuando cesaron las detonaciones el hombre prendió el farol del frente porque "todavía estaba un poco oscuro" y salió al hall. Allí, acostado junto a la puerta, encontró al asaltante herido. "Estaba quejándose en el suelo y se agarraba el estómago. No sangró en ningún momento. Yo no vi que tuviera armas", indicó Moriconi. Vestía, según su recuerdo, una bermuda roja con franjas blancas, una remera y zapatillas. Luego el herido fue trasladado en un patrullero al hospital debido a la demora de la ambulancia. En las hojas de vidrio de la puerta del garaje quedaron dos agujeros por el impacto de las balas.
Hasta ayer los investigadores desconocían la identidad del joven herido, quien al llegar al hospital Eva Perón recibió una intervención quirúrgica por la que, por la noche, permanecía bajo los efectos de la anestesia.
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La Ciudad
