Ping Pong con Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria

-Según el censo agropecuario, en 14 años cayeron casi 10 mil productores en Santa Fe. ¿Sorprenden estos datos?
-Lamentablemente, para nada. Es algo que venimos denunciando desde hace años, cuando se machacaba desde el gobierno y desde los grupos económicos sobre las virtudes del modelo económico y la revolución tecnológica en el sector. En su momento dijimos que en el campo desaparecía un productor cada ocho horas, y el censo no hace más que confirmar esa realidad. Y lo peor es que esto no va a terminar mientras no se cambie este modelo y se implemente una política que priorice el desarrollo de la economía del interior.
-¿Esta concentración es producto de la política económica o de la intensificación productiva?
-En el país hay aproximadamente 120 mil productores menos que hace 14 años pero la producción se duplicó y crecieron las exportaciones. La pregunta es: ¿sirvió para el desarrollo de los hombres de campo y la sociedad este aumento de la producción? Queda claro que aún falta encontrar el mecanismo para compatibilizar el incremento productivo con el desarrollo humano. La tendencia actual es peligrosa porque vamos hacia un desierto verde, la pampa húmeda llena de soja, porque no de otro cultivo o producción, y sin gente.
-¿Cuál es la consecuencia de esta tendencia?
-La principal consecuencia es que los productores terminan alimentando los cordones de miseria de las grandes ciudades. La producción crece pero los pueblos desaparecen o quedan con poblaciones envejecidas. En la encuesta que realizó el año pasado la Federación Agraria sobre 1.879 productores, uno de los datos que surgió es que entre las familias agropecuarias con hijos de entre 15 y 25 años, el 75% está estudiando algo que no está relacionado con el sector. Esto es, directamente, que se van a ir. Lo que hace falta acá es darse una política de repoblación del interior.
-¿El mejor momento que está viviendo el campo luego de la devaluación no ayuda a revertir esta situación?
-Ahora puede haber un veranito pero el modelo en sí no está en discusión, y mientras eso no cambie, mientras no se avance en una estrategia para desarrollar el interior, va a seguir el proceso de desarraigo. Hay un dato claro, Santa Fe transfirió 500 millones de dólares por retenciones y 500 millones de pesos por el ITC y otros impuestos que afectan especialmente al campo. El presupuesto de vialidad nacional para la provincia es de 30 millones de pesos. El campo y el interior están soportando al resto de la economía en estos tiempos de crisis. Y mientras tanto se siguen cayendo los productores. El replanteo debe ser total, y debe contemplar medidas como poner límites a la extranjerización de la tierra.