El ministro Roberto Lavagna, por expresa orden del presidente Duhalde, difundió la carta de intención pactada con el FMI, que incluye un compromiso para avanzar con reformas en los planos financiero, en particular con la reestructuración de la banca pública, y otras de índole tributario. Algunas medidas reclaman el respaldo del Congreso, donde no parece haber un terreno demasiado fértil, e incluso el acuerdo de otras jurisdicciones, como ocurre en los casos de los bancos Provincia de Buenos Aires y Ciudad, que no parecen estar dispuestos a efectuar demasiadas concesiones. En marzo el gobierno nacional deberá afrontar la primera revisión de cuentas y objetivos del FMI, y ya se presentan dudas con respecto a la posibilidad de hacer los deberes.