El nivel de virulencia que alcanzó el enfrentamiento entre funcionarios del gobierno provincial y el intendente rosarino, Hermes Binner, ocupó la atención de la Casa Gris durante las últimas horas.
"Lole, estos tipos se vienen con todo. Si vos regalás la jefatura del partido corremos riesgo de que se nos desmadre la tropa y perdamos la Gobernación", se atrevió a decirle a Carlos Reutemann un dirigente del oficialismo provincial.
El titular de la Casa Gris no rompió su silencio, pero envió un mensaje que actuó como bálsamo entre los fieles. "Yo voy a seguir viviendo en Santa Fe y, el día que me muera, me van a enterrar acá", le dijo el Lole a La Capital a fines de diciembre del 2002. Todos creyeron ver la entrelínea: Reutemann no cedería el control del partido.
Códigos y estrategias
Sin embargo, Binner se prepara para la batalla final utilizando códigos parecidos a los del mandatario: hablar poco y hacer campaña mostrando que puede caminar por la calle sin temor a los insultos.\Fernando Bondesío (uno de los cuadros políticos más importantes que tiene el reutemismo) dejó de lado el perfil técnico que le dio a su gestión de ministro de Educación (durante la primera administración Reutemann) y se convirtió, la semana pasada, en un soldado de la primera línea de fuego.\"Esto es golpe a golpe: Binner nos pinta las paredes acusándonos de las peores cosas, pero no se acuerda del cheque que Reutemann le mandó un mes antes de las elecciones del 2001 para el nuevo Heca. ¿Y qué pasó? Se patinaron la guita y eso ahora es una cueva de murciélagos. ¿Hasta cuándo le vamos a financiar los centros recreativos para los niños, las aguas danzantes y todas esas pelotudeces...? Ellos nos pintan las paredes, bueno nos pintaremos la cara...", bramó un legislador nacional. Santa Fe está en pie de guerra.\M.M.