Omar Bravo / La Capital
Como cada vez que recibe a La Capital, el primer tema que Néstor Kirchner prefiere tratar con el cronista es el de la pasión futbolera en común: Racing Club. "¿Viste como jugaron Marianito González y Diego Milito en la selección?", pregunta. "Además, un gol cada uno, son dos fenómenos. Sólo falta el Turu Flores y hasta Tokio no paramos", se entusiasma el candidato presidencial del nuevo espacio peronista. Pero el pronóstico del jefe del Estado brasileño, Lula Da Silva, quien ya lo ve presidente argentino, superó las mejores expectativas del santacruceño y fue (y será) el comentario político obligado por semanas. "Fue un gran halago, sin dudas. Es evidente que es un hombre muy inteligente (se ríe). No, la verdad es que yo no lo conozco personalmente, pero lo que rescato y comparto con Lula es la idea de una nueva visión en América latina".
Mientras lo esperan medios de prensa del exterior (españoles, chilenos, mexicanos), Kirchner quiere aclarar que su discurso político no está presionado por el respaldo que le brindó el presidente Eduardo Duhalde, ni por las críticas al acuerdo con el Fondo, al aumento de tarifas o a los remates a deudores hipotecarios.
-¿Le cuesta hacer equilibrio entre su discurso y la acción de gobierno?
-No. Desde que me lancé como candidato presidencial, yo siempre sostuve que mi discurso iba a expresar mis convicciones y mi experiencia, y que no iba a decir cualquier cosa para ganarme la voluntad de nadie. Por otra parte, es imposible que todos quienes compartimos este nuevo espacio debamos pensar igual, de movida yo convoqué a todos. Tampoco me molesta que comparen esta experiencia con la Alianza, por que la Alianza hizo bien la construcción, el armado. Lo que fue un desastre fue en la gestión.
-¿Por eso demora la designación de su vice? No quiere ser víctima de la "Gran Chacho Alvarez"...
-(Se ríe). No, no quiero decir nada de Chacho, con quien siempre tuve una relación de respeto. Pero indudablemente, hay que evitar las cosas que pasaron. Yo ya tengo definido a mi vicepresidente, pero lo voy anunciar más adelante, no quiero manosear a nadie. Compartirá conmigo una visión común y la responsabilidad de evitar cualquier actitud de vedettismo o de peleas en la cúpula del poder.
-El jueves se lanzó la mesa del Nuevo Espacio Peronista. Específicamente, ¿cuál será su tarea?
-Confeccionar un proyecto de gobierno basado en la inversión pública, en la producción, en el crecimiento, para generar trabajo y profundizar las políticas sociales. También en el diseño y consolidación de una política de seguridad con amplia capacidad para detectar el delito, pero también para que no se criminalice la protesta social, y convocar a un congreso educativo que defina contenidos que ayuden al proceso de transformación. Lo que ha pasado en los últimos años es que los ciudadanos argentinos votaron una cosa y se hizo exactamente lo contrario en el gobierno. Yo no quiero más el voto disfraz, el voto escondido, quiero que la gente sepa lo que vote.
-¿Qué le dicen las encuestas? ¿Los peronistas se sumarán a su proyecto renovador?
-No tengo ninguna duda. Este justicialismo quiere recuperar la alianza policlasista de los sectores del trabajo con la clase media y el empresariado nacional y volver a reconstruir la Argentina con otra distribución del ingreso. Es un peronismo que quiere reencontrarse con sus raíces históricas. El PJ está hoy en una gran crisis de identidad porque entre los candidatos hay uno que gobernó a la Argentina durante 10 años y está aliado al capital concentrado. A la gente no hay que mentirle y Menem les prometió salariazo y revolución productiva y sólo les dejó desempleo y exclusión.
-Pero usted dice que su rival en el ballottage será Menem.
-Sí, así dicen las encuestas que he leído, y yo acepto tanto las que dicen que voy ganando como las que no. Pero la sociedad me va a acompañar porque nuestra propuesta es el puente de plata para dejar atrás definitivamente al pasado. Acá estamos ante dos modelos antagónicos: Menem nos propone el dólar; nosotros queremos una moneda nacional. Menem propone el Alca, nosotros el Mercosur. Menem las relaciones carnales, nosotros las relaciones con todo el mundo, pero desde la seriedad y los intereses nacionales.
-¿Espera el apoyo de Reutemann y De la Sota?
-Ultimamente he hablado con ellos sólo de cuestiones relacionadas con la gobernabilidad, no de cuestiones electorales. En cuanto a Lole, es un dirigente que sabe cabalmente cuál es la situación de nuestro país, y aunque no puedo pensar por él, estoy seguro que nos va a ayudar a construir la nueva Argentina desde donde esté, porque es serio y responsable. Lo conozco bien porque hemos dado muchas batallas federales juntos.
| |
La Ciudad
