Un todoterreno

Central Córdoba no brilló pero fue contundente

Domingo Celsi / Ovación

Buenos Aires (enviado especial).- Córdoba se transformó en un equipo todoterreno. La intensa lluvia que cayó durante buena parte de la madrugada y la mañana de ayer en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, no dejó en muy buenas condiciones el piso de la Barranca quilmeña y por eso los dirigidos por Oscar Santángelo decidieron dejar el smoking en el vestuario y salir con el overol. Los charrúas estuvieron muy lejos de ser el equipo vistoso del cierre del año pasado, pero obligados por las circunstancias salieron a trabajar el partido y a sacar provecho de las oportunidades para llevarse a Tablada tres puntos fundamentales en su lucha por estar entre los protagonistas del torneo.
El partido arrancó pobre (casi aburrido) porque a Argentino de Quilmes no le sobran argumentos a la hora de jugar y porque a Córdoba le costaba acomodarse en un terreno demasiado blando y con varias lagunas. Así y todo, fueron los azules los que hicieron mejor las cosas y los que tuvieron las mejores chances para abrir el marcador. Sin embargo, recién lo concretaron sobre el final de la etapa inicial cuando Melli, anticipándose a la salida de Lacerre, desvió un tiro libre de Calabrese.
En el complemento los locales salieron a dar batalla y con poco fueron generando algunas situaciones de peligro sobre el arco charrúa, pero llegó el penal y allí cambió la historia. De Lemos se lució al desviar el remate de De León y ese fue el puntapié inicial para que los de Tablada terminaran de liquidar el pleito.
El contraataque comenzó a funcionar y así, Ezequiel Petrovelli y Cristián Calabrese terminaron por decorar el marcador. Fue 3-0 y estuvo bien. Aunque el equipo no jugó como lo venía haciendo tuvo la inteligencia necesaria para adaptarse al terreno de juego y entendió que cuando no se puede jugar, la receta es apretar los dientes y darle para adelante.
Mientras el Apertura se va consumiendo Central Córdoba sigue prendido en el lote de los punteros y demostrando que no sólo es un equipo que sabe tratar bien la pelota, sino que además se adapta perfectamente a las distintas circunstancias que le toca afrontar para sacar la situación adelante. Ayer no hubo lujos, pero sus jugadores demostraron estar consustanciados con el objetivo de ser protagonistas y así, cuando tuvieron las chances, no las dejaron pasar y lograron un lapidario 3 a 0 que desató un enloquecido festejo en el vestuario.
Si bien nadie les puede quitar el sueño de ser campeones, el plantel de Central Córdoba es consciente de que no será fácil descontarle a Ferro Carril Oeste los seis puntos de ventaja cuando aún quedan nueve en juego, pero más allá de la ubicación final que logre este equipo, la actuación en este Apertura seguramente servirá para que los dirigidos por Oscar Santángelo lleguen a la próxima etapa del torneo plenamente convencidos de que cuentan con los argumentos necesarios como para estar en la lucha por el ascenso.

Valiente y Javier López lo cierran a Piaggio.