Año CXXXVI
 Nº 49.741
Rosario,
domingo  02 de
febrero de 2003
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El actor llega a los cines argentinos este mes con dos esperadas películas
Leonardo DiCaprio: Nacido para luchar con la celebridad
Con "Pandillas de Nueva York" y "Atrápame si puedes" apuesta a un cambio en su carrera

Fernando Toloza / Escenario

El 2003 promete ser el año de Leonardo DiCaprio. A un lustro del furor que generó "Titanic", la película más taquillera de la historia del cine que protagonizó con Kate Winslet, el actor volvió a la pantalla grande con dos películas con ansias de Oscar: "Pandillas de Nueva York" y "Atrapame si puedes", dirigidas nada menos que por Martin Scorsese y Steven Spielberg, respectivamente, y que en la Argentina se verán en el transcurso de este mes.
La dicapriomanía que generó "Titanic" fue un hueso duro de roer para el actor. "De pronto me vi rodeado de buitres que se aprovecharon de mí y me engañaron de arriba a abajo", dijo DiCaprio sobre aquellos tiempos.
Si bien el público lo adoraba, su cartel de actor de talento había quedado en entredicho. Para muchos el muchacho que había deslumbrado como Arnie -el chico con retraso mental en "¿A quién ama a Gilbert Grape"?, de Lasse Halstrom- se había vendido sin paso intermedio al oro de Hollywood.
Después de "Titanic", ¿qué iba a hacer?, ¿cómo conseguiría salir de la categoría de actor de un megaéxito? Pasaron casi cinco años y aún no está claro si DiCaprio conseguirá que se reconozca que detrás de su rostro de galán hay un actor dúctil, dispuesto a aceptar desafíos.
Después de "Titanic" los proyectos en los que se embarcó DiCaprio sólo sirvieron para hacer que pase el tiempo. En "El hombre de la máscara de hierro" interpretó dos papeles y tuvo compañeros como John Malkovich, pero la película apenas funcionó. En "La playa", el talento de Danny Boyle faltó a la cita y el filme resultó apenas regular, y a DiCaprio no le fue mejor.
Lo mejor de esos años fue un pequeño papel en "Celebrity", donde como un exorcismo de su males DiCaprio interpretó a una caprichosa estrella del mundo de Hollywood que se encarga de maltratar a la gente y demoler las habitaciones de los hoteles donde se aloja. El genio del a veces desigual Woody Allen supo aprovechar la necesidad del actor de mostrar que para él la fama de la meca del cine no era la pasión de su vida.
Además de las películas mediocres, el camino de DiCaprio en busca de una figura cómo actor que lo alejase de la estela de "Titanic" estuvo lleno de ofrecimientos de papeles. Durante largo tiempo se especuló con que DiCaprio se pondría detrás de la máscara del Hombre Araña, pero finalmente el papel recayó en Tobey Maguire. Otro de los roles con que se lo tentó fue el de Anakin Skywalker en "El ataque de los clones", el segundo episodio de "La guerra de las galaxias", pero DiCaprio también lo rechazó. No era lo que necesitaba.

Tema desconocido
El proyecto de Martin Scorsese de filmar los orígenes de Nueva York fue el elegido. El prestigio del director bastó para el actor, quien se subió a la película sin saber nada de la historia, según confesó. "Acepté por trabajar con Scorsese, pero el tema era desconocido para mí", dijo.
El filme se basa en una novela de Herbert Asbury, publicada en 1927, y cuenta la vida de las pandillas que dominaban el barrio Five Points (cinco puntas) en Nueva York, antes de la Guerra de Secesión.
El libro comprende casi un siglo de historia, pero Scorsese se limitó sólo a un período, que desemboca en la Guerra de Secesión. Es un período violento, donde la gente quemó cientos de edificios y donde se saquearon mansiones y cuarteles de policía.
El filme cuenta la historia de Amsterdam Vallon (Leonardo Dicaprio), hijo de un jefe irlandés que cae asesinado por Bill Cutting, líder de la racista banda Nativista, que se oponía a la llegada de los inmigrantes.
"Los inmigrantes y los ex esclavos amenazaban con usurpar el mercado laboral, aceptando trabajos por menores salarios. El filme muestra la imagen de una ciudad que está al borde de la explosión, en el contexto de un país que está en explosión. Finalmente, todos salen a las calles a pelear y ver quién se impone", dijo Scorsese para definir el filme.
Para buena parte de la prensa internacional, el filme muestra en forma demasiado violenta la historia de Nueva York. Para DiCaprio, la violencia en la película tiene una clara razón de ser: "La época en que está ambientada la película era violenta. La violencia que aparece en ella está históricamente documentada. Hubiera sido patriotismo ciego mostrar de otra manera el comienzo de nuestra democracia", dijo el actor cuando presentó el mes pasado su película en Alemania, que será mostrada en el cierre del próximo Festival de Berlín, el 16 de este mes, a cinco días de que Hollywood haya hecho públicas, el 11, las candidaturas a los premios Oscar (ver aparte), entre las que todos dan por hecho que se contará la película y el trío de actores protagónicos: DiCaprio, Daniel Day-Lewis y Cameron Diaz.

Experto en falsificación
Después de rodar "Pandillas de Nueva York", en los estudios Cinecittá de Roma, DiCaprio comenzó el trabajo con Steven Spielberg en "Atrapame si puedes", una película que se basa en la autobiografía de Frank Abagnale, un hombre que en su juventud se hizo pasar por piloto aéreo, médico, abogado y profesor de sociología, y estafó, a lo largo de cinco años, a numerosos bancos, través de la falsificación de cheques.
La película transcurre en los años 60 y tiene algunos cambios con respecto al libro original. Entre ellos que el padre de Abagnale es convertido en el filme en un estafador, en un papel que interpreta Christopher Walken.
DiCaprio invitó a Abagnale a pasar unos días en su casa, con el fin de poder estudiar sus gestos y sus habilidades para cambiar de personalidad. "Abagnale tenía un aire de autoridad y es por ello por lo que salió de todas las situaciones complejas en las que se había metido. El fue como un gran actor, pero su escenario era el mundo real", dijo DiCaprio para definir las fascinación que le produjo el hombre en el que se basa su personaje.
"Jamás compararía mis habilidades en el mundo de la seducción con las del señor Abagnale. Creo que me supera con creces en esta cuestión. No solamente tiene más encanto que yo, sino que tiene más agallas", sostuvo DiCaprio cuando presentó en Londres el filme junto a Abagnale.
Pero además de odiar las comparaciones, DiCaprio vio en el personaje de Abagnale algo de lo que andaba buscando después de "Titanic": una oportunidad para la espontaneidad. "Llega el momento en que hemos obtenido suficiente información sobre la persona y entonces debemos crear el personaje y dejarlo que tenga vida propia. No quise quitarle espontaneidad al joven Frank cuando sale a conocer el mundo", dijo DiCaprio, seguro de que ha dado un paso más para mostrar que prefiere ser un actor antes que una celebridad, aunque por ahora las categorías estén confundidas, mal que le pese.



"Me vi rodeado de buitres que se aprovecharon de mí".
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