Revelan que Storni vive en La Falda desde hace un mes

El Arzobispado santafesino le compró una casa a metros de una parroquia en una cifra cercana a los 100 mil pesos

Carlos Roberto Morán / La Capital

Santa Fe. - Distintas fuentes consultadas por La Capital coincidieron en indicar ayer que el hoy arzobispo emérito de Santa Fe, monseñor Edgardo Gabriel Storni, se encuentra residiendo desde diciembre pasado en una finca adquirida por el Arzobispado local en una suma estimada en los cien mil pesos. Por lo que se pudo determinar, el cuestionado prelado no ejerce ninguna tarea en la parroquia del Santísimo Sacramento, que se encuentra a pocos metros de la finca de calle Buenavista, donde actualmente vive Storni.
La decisión de comprar la vivienda fue adoptada precisamente en diciembre por monseñor Moisés Blanchoud, administrador apostólico de la Arquidiócesis local, y el Consejo Episcopal, integrado en su gran mayoría por quienes fueron las principales "espadas" de Storni.Lo que prevaleció en la adquisición de la vivienda fue el hecho de que el propio prelado solicitó que se le permitiera radicarse fuera de Santa Fe. Por el derecho canónico se debe brindar esta clase de asistencia si quien formula la petición es un ex obispo.
La parroquia de La Falda está ubicada sobre un gran promontorio, por lo que puede ser vista desde casi todo el pueblo serrano. La casualidad indica que su construcción la emprendió el santafesino Benazzi, un sacerdote que había sido trasladado al lugar por razones de salud. Por cierto, otras son razones que llevaron a "emigrar" a Storni, sobre quién aún debe resolver el juez de instrucción Eduardo Giovannini, magistrado que lo indagara en diciembre y que ahora tiene que decidir si lo procesa o lo exculpa en la causa abierta sobre presunta corrupción de menores. El abogado defensor del arzobispado, Eduardo Jauchen, pidió que la causa sea archivada.
Por lo que este diario ha podido saber, a Storni se le habría solicitado que actúe con prudencia en su residencia serrana. La Falda forma parte de la arquidiócesis de Córdoba a cuyo frente se encuentra el arzobispo Carlos Ñáñez. De acuerdo a lo establecido por el Vaticano II, Storni no está obligado a pedir ninguna clase de permiso para ejercer su oficio sacerdotal, pero se estima que no adoptaría ninguna medida que llegara a afectar su relación con el prelado cordobés, en tanto la Santa Sede decide cuál será su definitivo destino.
La vivienda, como se señaló, fue adquirida por el Arzobispado de Santa Fe, razón por la que volvería a su dominio en el caso de que Storni, por disímiles razones, debiera abandonarla. El periodista santafesino "Coni" Cherep afirmó que los ex vicarios Hugo Capello, Mario Grassi y Marcelo Mateo se inclinaron por la compra, mientras que no compartió la idea el ex vicario por la Pastoral Social, Edgard Stoffel. Estos ex vicarios se encuentran procesados por el juez Julio César Costa por haber extorsionado al octogenario sacerdote José Guntern para que se retractara del contenido de una carta en la que cuestionó a Storni su comportamiento con un seminarista.
Blanchoud fue quien convocó a la reunión y, por lo que se ha podido establecer, alentó el sí que en algunos casos resultó retaceado por otros sacerdotes que integran el consejo y que también fueron consultados. "El haber adoptado este criterio es humano y cristiano, al margen de lo que pueda resolver la Justicia", le recordó ayer a este diario un allegado al Arzobispado. En otro orden se indicó que "nada hay decidido" sobre la designación del nuevo arzobispo de Santa Fe, por lo que se desestimó una especie según la cual Blanchoud podría ser reemplazado en los próximos dos meses.

Monseñor Storni pidió vivir cerca de una iglesia.