Año CXXXVI
 Nº 49.741
Rosario,
domingo  02 de
febrero de 2003
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Punto de vista: Rambo vuelve y Osama tiembla

José L. Cavazza / Escenario

Rambo volverá a la acción muy pronto. Desde 1988 que no vemos sus músculos lustrosos, su cara mugrienta, su metralleta justiciera y su sonrisa torcida. En aquella última historia el Green Beret luchó junto a los guerreros afganos para imponerse a los rojos rusos. En la próxima película el héroe bélico de los 80 será lanzado en paracaídas sobre Afganistán y se enfrentará al mismísimo Osama bin Laden y también a sus antiguos amigos, los talibán. Es que en los tiempos de Bush padre -años del cine del rearme moral de la era Reagan- los afganos musulmanes eran tipos buenos y hoy, en tiempos de Bush hijo, son malísimos. Es cierto, todo lo que sube, baja. Lo cierto es que el actor Sylvester Stallone, que ya cumplió 55 años, se encuentra en su mansión de Miami trabajando en el guión de este previsible "Rambo IV", según vomitan las agencias de noticias. El temible héroe además está intentando reanimar sus tubos adormecidos mientras cuenta los nuevos muertos. No los muertos americanos sino aquellos flacuchos afganos que tienen una virtud enorme desde la perspectiva televisiva: mueren muy bien, sin que se los vea. Stallone, decíamos, escribe el guión con la diestra mientras que con la otra refuerza su bícep siniestro. Son muy pobres los afganos -garabatea-, tienen pocos dientes y fallecen antes de los 43 años. Pero les encanta morirse porque, de esta manera, llegan al cielo en donde copularán con 70 mujeres de inmaculada virginidad. Sí, esas historias por el estilo que tanto les gustan a los norteamericanos. Como aquellas historias de amor en Indonesia, Camboya, Chipre, Irán, Irak, Africa del Sur, Bangladesh y en los países sudamericanos que sufrieron la guerra sucia del Plan Cóndor. Siempre estuvo Rambo, con un cuchillo entre los dientes y el libro del Bien y el Mal para tendernos una mano. Esa manaza que nació para matar. Y contagia tanto entusiasmo por resucitar el entusiasmo norteamericano. Si Vietnam fue reescrito en el cine por completo y los pecados de guerra fueron absueltos en el altar de Hollywood, por qué no va a regresar Rambo para poner las cosas en su justo lugar.


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