Año CXXXVI
 Nº 49.697
Rosario,
miércoles  18 de
diciembre de 2002
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Disfunción sexual femenina
Trabas para sentir placer
Mayor demanda de las mujeres en busca de soluciones a sus inquietudes y dificultades

Belén Traversaro / La Capital

La disfunción sexual femenina es una condición médica que en general recibe poca atención, aunque actualmente se está discutiendo más abiertamente. Una de las razones de la mayor difusión es la variedad de tratamientos para la disfunción eréctil masculina, hecho este que impulsa a las mujeres a exigir soluciones para sus propias inquietudes sexuales. Según la uróloga y andróloga Malen Pijoan Molinas "las mujeres también necesitan un espacio para hablar de los problemas que le impiden disfrutar de su vida sexual".
Pijoan Molinas integra un equipo interdisciplinario que ofrece charlas sobre disfunción sexual femenina. "Allí percibimos la necesidad que tienen las mujeres de abrirse a hablar de estos temas y de solucionar las trabas que le impiden vivir su sexualidad a pleno", dijo.
La disfunción se define como un trastorno que impide que las relaciones sexuales sean satisfactorias y placenteras. Según el Consejo de Salud para la Función Sexual de la Fundación Americana para las Enfermedades Urológicas, se identifica con las siguientes características: dificultad en el deseo sexual (un deseo "adormecido" o ausencia de deseo); dificultad en la excitación; incapacidad recurrente para lograr o mantener la excitación; dificultad para llegar al orgasmo; dolor sexual asociado al coito; vaginismo (imposibilidad de penetración en la relación sexual); dolor en la zona de la pelvis y la vagina (fuera de la relación sexual).
El pionero en el campo de la disfunción eréctil masculina, Irwin Goldtein, fue un urólogo que apoyó sus estudios en la mujer. A partir de sus investigaciones se llegó a la conclusión que las mujeres podían beneficiarse de la misma manera que el hombre en cuanto a la atención médica de los problemas sexuales.

Prevalencia
Los datos epidemiológicos sobre la prevalencia e incidencia de la disfunción sexual femenina son escasos, no obstante, este trastorno es común y se estima en un 25-63% de las mujeres.
En el Hospital Durand de la Capital Federal, se realizó una encuesta entre las mujeres que consultaban en el Servicio de Ginecología. Sobre un total de 384 mujeres, el 63% manifestó tener dificultades en la fase del deseo; el 30% en la excitación; 31% alteraciones en la lubricación; 29% trastornos en la fase orgásmica y el 13% dispareunia (dolor durante la relación sexual). Mientras que el 24% de las mujeres estaba poco satisfecha o insatisfecha con su vida sexual.
Dada la compleja serie de factores que influyen sobre la respuesta sexual de la mujer "es importante establecer un enfoque multidisciplinario a través del cual los distintos especialistas (urólogos, ginecólogos, psicólogos, terapeutas sexuales y endocrinólogos) realicen un abordaje integral", apuntó Pijoan Molinas.
Para el diagnóstico se toman en cuenta diversas herramientas, entre ellas, el cuestionario de autorrespuesta, el examen físico, la evaluación psicosexual, la hormonal, vascular y neurológica, además del examen ginecológico y hormonal.
En relación al cuestionario, la especialista aclaró que consiste en numerosos instrumentos o escalas que evalúan la función sexual, entre ellos el Brief Index of Sexual Function Inventory y el Female Sexual Function Index.
El diagnóstico para valorar la respuesta vascular y neurológica están en etapa de investigación y se recomiendan únicamente en pacientes que refieren sequedad vaginal, dolor coital o dificultades orgásmicas atribuibles a sus antecedentes clínico-quirúrgicos o medicamentosos.
"La terapia psicológica ha demostrado ser eficaz especialmente en las disfunciones relacionadas con el deseo, la anorgasmia y el vaginismo. En ocasiones, la orientación para modificar conductas en la actividad sexual soluciona muchas situaciones que se suscitan por desconocimiento, prejuicios o mala información (para las que existe un grupo de psicólogos capacitado). En otros casos pueden existir factores que requieran el uso de fármacos", explicó.

Otras opciones
En cuanto a los tratamientos no hormonales por vía oral o tópica (cremas), en fase de investigación, si bien existen fundamentos científicos para su utilización "la indicación y la eficacia de los mismos no arroja datos concluyentes", agregó la profesional.
Hasta el momento existe solo un dispositivo aprobado por la FDA. Se trata del dispositivo de vacío Eros-CTD (Clitoris Therapy Device). Se utiliza para el tratamiento de la disfunción sexual causada por flujo inadecuado de sangre a los genitales, para mejorar la sensación clitorídea.
Para la profesional es indispensable considerar los aspectos emocionales y la percepción que cada mujer tiene de su sexualidad antes de iniciar tratamientos médicos farmacológicos.



El enfoque garantiza el abordaje total del problema. (Foto: Silvina Salinas)
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