Año CXXXVI
 Nº 49.689
Rosario,
miércoles  11 de
diciembre de 2002
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El artilugio, la falacia y los políticos

Desde la óptica de la sociedad está claro que tanto los medios de comunicación masivos, como los políticos falaces que logran a partir de su poder económico grandes espacios para continuar en cartelera y seguir vendiendo los mismos buzones que hace veinte años, llenos de sobres con mentiras, quieren hacernos creer que la sentencia "que se vayan todos", es hoy por hoy temer el regreso de dictaduras, cuando éstas se instalaron a partir de 1983 hasta la fecha, con otros nombres.
Y el error es conceptual y requiere una aclaración a partir de lo sucedido con una tal Pérez Suárez, quien a través de un artilugio logra su eternización en una banca que ya no le corresponde, pero para qué vamos a hablar de ética, ¿verdad? Y de los principales políticos enfermos terminales por el poder, quienes vituperados desde la mayoría de los ámbitos de la sociedad argentina, se hacen los distraídos, inocentes y agraviados, ignorando todo el daño que han producido en el país estos promotores de la corrupción y la entrega cipayesca del patrimonio nacional. Todavía queda el territorio, éste es el objetivo final, ¿cuánta falacia se destacan en sus dichos y demás? Y esto sin contar que son traficantes de conciencias, con todos sus secuaces, comprando con un choripán, veinte pesos y una caja de comestibles a la pobreza que ellos mismos generaron y que ahora llevan en vehículos para hacer número en sus actos electorales payasescos.
Por todo esto es importante aclarar que ante el aforismo "que se vayan todos", la sociedad en su conjunto está diciendo: "que se queden todos", porque los integrantes de la elite política de los últimos veinte años deben rendirle cuentas por el daño ocasionado, la corrupción generalizada, el enriquecimiento ilícito y la suma de actos y actitudes por todos conocida, ya sea a personas físicas o jurídicas y enfrentar la decadencia moral a la que han sometido a nuestro pueblo.
Decadencia ésta que no solamente se percibe en falsos e ineptos políticos, sino en el despliegue de poder mafioso para evitar éste rendir cuentas, en la inseguridad manifiesta en la que vivimos y tenemos que desempeñarnos, donde la vida del individuo ha dejado de tener valor, en la desocupación y la pobreza, producto de los desatinos de los gobernantes de turno, que hoy pretenden continuar realizando, en un país que, como el nuestro, nunca debió suceder y más aún, nunca debimos permitir que sucediera.
Peronistas, radicales, conservadores, socialistas, comunistas, todos están en la misma bolsa; privilegiaron a esa corporación política antes que al ciudadano que los había votado y al cual habían jurado representar cumpliendo con un mandato, ésta es otra falacia.
A todo esto se suma la falta de solidaridad de los que aún tienen algo, no sabemos por cuánto tiempo más y la población en su conjunto que aparece como "congelada", sin ninguna reacción para obligar a todos estos "chantas", como diría la tribuna, que solamente piensan en mantener una posición que, indudablemente les queda muy grande, a que renuncien por inútiles e incapaces.
Lamentablemente los medios de difusión, comprados o vendidos, para el caso da lo mismo, no le otorgan prensa a nuevas figuras en nuevos partidos políticos que intentan participar de un cambio que se torna imprescindible, ofreciéndole a la comunidad toda, nuevos aires, nuevas ideas, nueva potencia física y espiritual, para defender lo poco que nos queda y para intentar la recuperación de los valores que nunca debimos dejar de lado comprando espejitos de colores.
Como corolario, creemos que la sociedad debe hacer suyo los dichos del actor devenido en líder de los ahorristas con toda su verdad a cuestas, "nos están tomando por boludos", o es que en realidad, casi sin darnos cuenta, nos fuimos convirtiendo en tales.
Osvaldo Barbieri, Osvaldo Campagna y Marta Carbonato, por el Frente de Clase Media Independiente


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