Año CXXXVI
 Nº 49.686
Rosario,
domingo  08 de
diciembre de 2002
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Condena de ocho años por matar a un jubilado
Resolución por el crimen de Osvaldo Vaiz, quien murió apuñalado en junio de 2000 en Seguí al 5600

Entre las últimas palabras que dijo antes de morir, Osvaldo Vaiz identificó a su agresor como "un tal Gustavo". El acusado del crimen tiene otro nombre, pero un juez lo condenó a ocho años y seis meses de prisión por asesinar de dos puñaladas al jubilado en su casa de bulevar Seguí y Solís: lo detuvieron lastimado y con manchas de sangre, la huella de sus zapatillas había quedado en el lugar y los vecinos lo vieron salir de la casa tras el ataque. Por eso, aunque nunca se acreditó la existencia de "Gustavo", Daniel Alberto Ruiz Díaz fue condenado a prisión como autor del homicidio.
Una hipótesis que evaluó el juez fue que Ruiz Díaz se hiciera llamar de ese modo por la víctima, a quien visitaba con frecuencia en su departamento del fonavi ubicado en Seguí 5675. La sentencia quedó firme luego de que el imputado desistiera de la apelación presentada ante la Sala III de la Cámara Penal. En el cómputo de la pena que le practicaron recientemente en el juzgado se establece que estará en prisión hasta el 7 de septiembre de 2008.
Osvaldo Vaiz tenía 64 años y vivía solo en ese departamento desde hacía más de 20 años. Tenía dos hijos y había trabajado como carnicero hasta que enfermó de cáncer. La tarde del 29 de junio de 2000 fue atacado a cuchilladas por un conocido tras sostener una discusión. Los vecinos lo auxiliaron poco más tarde, cuando escucharon sus gritos pidiendo ayuda.
Tendido boca arriba en el piso del comedor y en medio de un charco de sangre, Vaiz alcanzó a describir a su atacante: "Me hirió Gustavo, el de cara chata", dijo, y describió al agresor como un joven alto, flaco, morocho, de pelo corto y cutis oscuro que siempre estaba "parado en la esquina de Seguí y Rouillón".

Defensa infructuosa
El hombre había tenido una discusión con el agresor, que le aplicó dos puntazos en el hemitórax derecho y escapó por la puerta principal dejando rastros de sangre en el recibidor y la escalera. Las marcas de su calzado quedaron impresas en el piso. Vaiz murió a los cuatro días por las heridas que sufrió en los pulmones y el hígado.
En la esquina señalada por la víctima, al día siguiente la policía apresó a Ruiz Díaz, de 21 años, aún con manchas de sangre en la ropa y el calzado. Tenía las manos lastimadas con arañazos provocados por la víctima en un intento por defenderse.
En su descargo, el joven acusado dijo que había ido al departamento con un amigo llamado Gustavo, quien había discutido con la víctima y en la pelea lo hirió con un cuchillo. Pero incurrió en contradicciones y la reconstrucción de hecho demostró que mentía. Nunca se comprobó que "Gustavo" existiera y las evidencias demostraban que el ataque había sido obra de una sola persona.
"Más allá de la controvertida existencia del tal «Gustavo», no cabe duda de que Ruiz Díaz estuvo en el departamento cuando se produjo la agresión", dijo el juez Julio Kesuani al sentenciar a 8 años y seis meses de prisión a Ruiz Díaz, quien tenía una condena previa a 7 meses de prisión en suspenso por un delito menor.


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