La Caja de Previsión Social de los Profesionales de la Ingeniería le quiere cobrar a la empresa Paladini SA una vieja y abultada deuda por distintas obras de construcción y ampliación de las plantas en Villa Gobernador Gálvez, Arroyo Seco y Villa Amelia, donde el frigorífico tiene montadas sus fábricas y centros de producción de animales.
Los reclamos no pueden contabilizarse en números debido a que el frigorífico de Villa Gobernador Gálvez hasta ahora, y a pesar de los sucesivos reclamos, no aportó toda la documentación correspondiente a los planos de las obras e inversiones realizadas. Sin esos datos en la mano, la entidad previsional está imposibilitada de efectuar los cálculos del caso.
En principio de trata de cifras significativas, si se tiene en cuenta que sólo el reacondicionamiento de la planta de faena y depostada de vacunos del ex frigorífico Villa Diego, acondicionarla con miras a exportar cortes de cuota Hilton demandó a Paladini una inversión de 6,3 millones de pesos, según la información que hizo pública la empresa. Cabe puntualizar que la caja previsional cobra un 20 por ciento de los honorarios profesionales abonados durante la obra, que se destinan a la cuenta personal del afiliado y al sistema asistencial.
Después de dar curso a una serie de actas administrativas intimando el pago de la deuda, la entidad previsional recurrió a la Justicia, en una causa que se tramita ante el juzgado de primera instancia en lo civil y comercial de la 10º nominación, a cargo del juez Eduardo Oroño.
Desde el año 1999, el magistrado atiende un reclamo de la caja por el aseguramiento de pruebas con el objeto de obtener la documentación necesaria para el control de los aportes por las obras civiles y de ingeniería de la planta ubicada en Villa Gobernador Gálvez.
El caso se conoció al cabo de una semana en la cual salieron a la luz pública reclamos del ente previsional hacia un grupo de contribuyentes que tenían deudas atrasadas por más de diez años.
Sin respuestas
Durante el año 2000 los apoderados de la empresa presentaron ante el requerimiento de la Justicia los planos de obras de Paladini SA y Paladini Villa Diego y los comprobantes de aportes realizados al Colegio de Profesionales de Ingeniería Civil. Sin embargo, se omitieron los documentos referidos a las obras de ingeniería especialista (todo lo que no es obra civil como ingeniería eléctrica, mecánica, química, de sistemas, industrial, etc.), argumentando que se debía solicitar esa información al Consejo de Ingenieros, una entidad que había sido liquidada en el año 1992.
Ante la consulta de La Capital , liquidadores de ese organismo señalaron que cuando el cuerpo se disolvió la documentación pasó a cada colegio por separado (ingenieros civiles, especialistas, arquitectos, etc) y a la caja previsional que nuclea los aportes de todos estos colegios. De ese modo, si esta información no consta en los registros de la caja, los abogados dan por sentado que no existió.
Además, se trata de reclamos de aportes posteriores a la liquidación del Consejo, con lo cual necesariamente deberían haber quedado registrados en el organismo previsional.
Una comedia de enredos
Por decisión de la Justicia, los inspectores de la Caja acompañados por una jueza de paz y personal policial volvieron a la planta de Paladini a buscar pruebas en noviembre del año pasado. Sin embargo y a pesar de tener una orden judicial en la mano los auxiliares de la Justicia no pudieron entrar. Directivos del frigorífico argumentaron que no tenían la ropa adecuada a la normativa que exige el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) para el tránsito por plantas alimenticias, como indumentaria blanca, botas y cascos.
Mientras la cabeza visible de la empresa, Roberto Paladini, es uno de los dirigentes empresarios que más pregona por una reforma política y una mayor transparencia de las instituciones, la compañía enfrenta serios reclamos por falta de aportes a la previsión social y debido a la ausencia de planos autorizados sobre las obras ejecutadas.
También representa una incógnita cómo la compañía llegó a obtener las normas ISO 9002 para sus plantas de alimentos procesados y de faena y depostada de vacunos, cuando la entidad previsional reclama la presentación de los planos autorizados de obra, y ese al mismo tiempo es uno de los requisitos para obtener estas certificaciones de calidad.
La Ciudad
