Santa Fe. - El justicialismo sufrió por segundo año consecutivo una estruendosa derrota política en el Concejo de la capital provincial al no poder impedir que, con los votos del peronismo disidente, el radical Darío Boscarol fuera reelecto para la presidencia del cuerpo. Sin embargo, esta vez fue peor: no sólo volvió a resignar la presidencia a manos de la oposición sino que además perdió la vicepresidencia primera, que será asumida por el peronista rebelde Juan Carlos Bettanín.
El desplazamiento del bloque mayoritario de los puestos de conducción del Concejo aparece como un revés muy duro de asimilar para el sector reutemista-obeidista que durante los últimos días intentó vanamente negociar con los peronistas rebeldes quienes, a excepción de la concejala Ileana Bizzotto, votaron masivamente por la reelección de Boscarol.
Boscarol sumó para la presidencia 12 votos provenientes de los distintos sectores del radicalismo, a los que se agregaron los peronistas Bettanín, Alfredo Hediger, Gerardo Crespi y José Luis Yódice, y el representante del Frente Grande, Pablo Farías. El justicialismo cosechó 10 voluntades: nueve de su bloque y el de Bizzotto. La socialista Marta Fassino se abstuvo.
Posteriormente, en la votación para la vicepresidencia primera el PJ volvió proponer a Martín Balberrey. Pero pese que se abstuvieron los radicales Jorge Henn y Leonardo Simoniello, Fassino -consideró que el cargo correspondía a la primera minoría- y Bizzoto, el peronismo quedó nuevamente con nueve votos. Eso permitió a Bettanín acceder al cargo con 10 sufragios.
Ni siquiera el premio consuelo le quedó al oficialismo ya que para la vicepresidencia segunda fue votada Fassino. En este caso su postulación fue apoyada por la totalidad de los distintos sectores políticos en una suerte de reconocimiento a su trabajo parlamentario.
Escándalo
Boscarol había accedido en el período anterior a la presidencia del cuerpo durante una sesión que concluyó en escándalo, con denuncias de cohecho ante la Justicia y el mismo ámbito partidario, de las que fueron protagonistas Bizzoto y Hediger. Entonces el candidato derrotado fue Eduardo Errante.
Bettanín, el flamante segundo del cuerpo, se mostró como uno de los más radicales opositores a la conducción del PJ en el plano partidario y del Concejo y también se sumó a la batalla legal que la oposición iniciará el lunes en la Justicia contra la ley que reduce el numero de ediles en Rosario y Santa Fe.
Luego de su elección, Bettanín cargó duramente ayer contra la conducción partidaria, en particular contra las recientes sanciones legislativas, y sostuvo la decisión de su sector de convocar "a una constituyente municipal". Dicha iniciativa persigue "generar la revocatoria de los mandatos y todas las formas de democracia directa que la gente está reclamando para que desocupados, asambleas barriales y otros sectores puedan expresarse y no quede todo en manos de cuatro tipos encerrados en una pieza que después hacen los papelones que se ven por televisión".
Lo cierto es que, como ocurrió el año pasado, el peronismo marginado de la conducción oficial partidaria se cobró con creces las facturas de una interna que no pudo, durante un año, superar las disidencias que han quebrado al oficialismo en el Concejo capitalino, donde con mayoría propia ha pasado a ser primera minoría.
En este marco y a partir de este resultado el escenario político en el Concejo supone modificaciones en un futuro inmediato, mucho más aún con realineamientos como la convergencia de los concejales Crespi y de Yódice en el nuevo bloque "Eva Perón", o la cercanía del disidente Bettanín con otros sectores no precisamente justicialistas.
En cambio, lo que al parecer se mantendrá es la política de equilibrio y mesura con la que Boscarol desarrolló su primera presidencia en cuanto a su relación con el Ejecutivo encabezado por Marcelo Alvarez. El titular del cuerpo se encargó de afirmarlo tras la votación, al decir que en esta nueva gestión se "seguirá trabajando de común acuerdo con el justicialismo y con el Ejecutivo, porque nuestra responsabilidad fundamental es la ciudad de Santa Fe".
También fue claro a la hora de tomar distancia de la interna del PJ: "Son decisiones que deberán explicar o analizar partidariamente, pero estoy convencido de que esto no cambia en nada las reglas de convivencia dentro del Concejo. Y si bien no está el bloque oficialista en la mesa de conducción sí, en cambio, está representado el justicialismo a través de Bettanín", consideró.
La Ciudad
