Año CXXXVI
 Nº 49.683
Rosario,
miércoles  04 de
diciembre de 2002
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Córdoba sumó su quinto triunfo consecutivo

Gustavo Yarroch / La Capital

No será una máquina de ganar, pero a medida que pasan las fechas se le parece bastante. Ante Platense, uno de los grandes de la categoría, Córdoba sumó su quinta victoria consecutiva y reafirmó su notable levantada desde la llegada de Oscar Santángelo, bajo cuya dirección técnica el equipo ganó ocho partidos y perdió dos. 24 puntos sobre 30 posibles, una cosecha impensada que lo hizo trepar hasta el quinto puesto y le permitió inflar considerablemente su promedio.
Córdoba no luce ni deslumbra, pero aprovecha al máximo una serie de circunstancias que lo transforman en un equipo más que respetable: 1) el gran presente de Cristián Calabrese, implacable para definir, criterioso para jugar la pelota, valiente para surgir cuando más lo necesitan; 2) un oportunismo a prueba de balas; y 3) una pequeña dosis de fortuna que lo está ayudando a zafar de situaciones que por lo general terminan en gol rival.
Ayer, en José Ingenieros, golpeó de entrada con una sabia definición de Calabrese, y después se dedicó a sostener esa ventaja, casi siempre esperando en su campo, en algunas pocas ocasiones intentando responder de contragolpe. Y si Platense dispuso de ocho jugadas claras para alcanzar el empate, Córdoba tuvo sólo dos acciones más de riesgo, aunque lo suficientemente claras como para que a ese gordito veinteañero del calamar que estaba sentado en la platea se le atragantara el choripán. Una fue en el primer tiempo, cuando Hugo Giménez le tapó un mano a mano a Pignatta. Y la otra en la etapa final: Calabrese la tiró increíblemente afuera después de una grave falla del fondo local.
Desordenado y nervioso, Platense forzó y forzó en ataque hasta el último segundo. Sin embargo, el único que en realidad supo despejar el camino fue el ingresado Daniel Vega, quien tuvo la más clara de todas con un remate que pegó en el travesaño y picó casi sobre la línea.
Sobre el final, cuando Giménez y Sever quisieron pelearse con los jugadores de Córdoba que festejaban el triunfo, los hinchas de Platense cantaron el clásico: "La camiseta de Tense, se tiene que transpirar, y si no, no se la pongan, vayansé y no roben más". Si Platense jugó mal y a Córdoba le alcanzó con poco, la única conclusión posible es que los charrúas se quedaron con los tres puntos en un partido que dejó bastante que desear.



Cárdenas se arroja para intentar tapar a Sever.
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