Año CXXXVI
 Nº 49.673
Rosario,
lunes  25 de
noviembre de 2002
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El ministro no teme una suba del dólar
Lavagna busca en Europa aliados contra Krueger
El segundo de Economía, Oscar Tangelson, admitió que el FMI quiere acordar con el próximo gobierno

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, partió a Europa para intentar conseguir el apoyo de los principales gobiernos de ese continente a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El jefe del Palacio de Hacienda inicia la gira luego de haber anunciado el levantamiento del corralito y de dejar en manos del presidente Eduardo Duhalde un "borrador avanzado" del decreto para subir las tarifas de gas y electricidad. Precisamente, el aumento de precios en los servicios públicos es una de las demandas principales de los europeos, cuyas compañías participaron activamente de las privatizaciones en Argentina.
Antes de irse, el ministro insistió en señalar que la eliminación de los límites para el retiro de dinero en efectivo de cuentas bancarias en Argentina no tendrá efecto negativo sobre la cotización del peso en el mercado cambiario.
"No pensamos en que haya fondos de las compañías presionando sobre el precio del dólar", señaló Lavagna. La liberación de las cuentas a la vista significa pasar a libre disponibilidad de los clientes bancarios unos 21.000 millones de pesos (5.900 millones de dólares).
"Las empresas que quisieron salir del corralito pudieron hacerlo hace rato pagando menos del 2%", aclaró el ministro.
En esa misma sintonía se pronunció la mayoría de los analistas. Sin embargo, no todos piensan que la medida ayude por sí misma a reactivar la economía.
Para la Fundación Capital, ni esta decisión ni la rebaja del IVA en dos puntos es "suficiente" para impulsar una reactivación. Para eso, asegura en un informe, se necesitará avanzar en cuestiones como la reestructuración de al deuda, el corralón y en la reestructuración de la deuda.
"La mayor dificultad que se enfrentan las empresas argentinas radica en la caída de la demanda interna, sin embargo, la mejora de la competitividad debido al cambio en los precios relativos incentiva a las compañías a buscar mercados externos para sus productos como así también sustituir los hoy encarecidos bienes importados", explicó la entidad en su informe semanal.
Agregó que "aunque se notan algunos signos de reactivación debido principalmente a la estabilidad macroeconómica y financiera, no se puede pensar que la reactivación sea un hecho si no van acompañada de reformas más estructurales".
En ese diagnóstico coincidió la Fundación Mediterránea, entidad que afirmó en un estudio que la reactivación sólo se dará luego del acuerdo entre Argentina y el fondo.

Falta el acuerdo
Para los técnicos del Instituto de Investigaciones Económicas de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), dependiente de la Fundación, "la estabilización de las variables financieras es muy importante, pero las bases sobre las que se sustenta todavía se presentan como precarias".
"Para lograr una estabilización duradera sobre bases genuinas en 2003 será necesario un programa fiscal y monetario creíble y consistente", señaló en su informe semanal. La entidad aseguró además que "en el 2003 no se podrán aceptar nuevas caídas de reservas ni un incremento en el stock de Lebac, por lo que el uso de estos instrumentos para estabilizar el tipo de cambio se verá muy limitado".
Agregó: "Este agotamiento en el uso de instrumentos, junto a la necesidad de mantener un vínculo con el mundo financiero internacional, son los factores que hacen crucial que Argentina logre un acuerdo con el FMI".
En este marco, el viceministro de Economía, Oscar Tangelson, señaló en declaraciones publicadas por un matutino porteño, que la demora en la obtención de los fondos obedece a que "el Fondo tiene, como el resto de las instituciones financieras, la interpretación de que resulta conveniente tratar con el gobierno que surja de las elecciones".
Agregó que "si bien hay un gobierno de transición, no hay un país de transición. No podemos perder seis meses en un proceso en que deberíamos consolidar luego de cuatro años de profundización de la recesión esta incipiente recuperación".



Lavagna quiere seducir a los gobiernos europeos.
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