Año CXXXVI
 Nº 49.672
Rosario,
domingo  24 de
noviembre de 2002
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El detrás de escena de la catarata de denuncias contra dirigentes reutemistas
El "operativo alcaucil" hace que trastabillen los peones del Lole
Baltuzzi, Alarcón, Candioti y Cavuto fueron blanco de acusaciones que apuntan a la Casa Gris

Omar Bravo / La Capital

La sucesión de traspiés que sufrieron la semana pasada funcionarios y dirigentes estrechamente vinculados al gobernador Carlos Reutemann fue definida en Buenos Aires como "una clara embestida contra gente del Lole", con pronóstico de evolución en los próximos días hacia "una guerra abierta". La movida fue bautizada como operación alcaucil, "porque empieza por las hojas de afuera pero quiere llegar al corazón", según la explicación textual que dio a La Capital un funcionario duhaldista con despacho en la Casa de Gobierno.
Las fuentes consultadas coincidieron en responsabilizar de las maniobras a sectores menemistas dolidos por la decisión de Reutemann de participar en la interna del Partido Justicialista en el espacio creado por el presidente Eduardo Duhalde, contra los intereses del ex mandatario Carlos Menem. Ayer por la tarde, un dirigente menemista que estuvo en primera fila en el acto de Costa Salguero, eligió responder con un comentario helado: "Lo único que te voy a decir es que, tarde o temprano, todos pagamos por lo que hacemos". Y se despidió.
Sin embargo, otras voces apuntan al entorno del bonaerense como artífice de las operaciones (ver página 31).

La sucesión
Algunos dirigentes prefieren desagregar ciertos datos de los hechos centrales, para colocarlos dentro de la naciente pelea por la candidatura a gobernador, adonde no quieren ver a Reutemann tomando partido por nadie.
Por una razón u otra, se coincide en que se trata de mensajes y advertencias directas a Reutemann, el metafórico corazón del alcaucil que tratan de alcanzar los conjurados.
Un resumen posible de los pesares sufridos por el ex ministro de Hacienda José María Candioti; la secretaria de Promoción Comunitaria, Adriana Cavuto, y los legisladores Angel Baltuzzi y María del Carmen Alarcón indica que los mismos se originan en el conflicto político de fondo que libran desde hace tiempo Alberto Hammerly y Jorge Giorgetti.
El disparador de la operación alcaucil (una particular denominación con sello peronista) habría sido una enfática definición de Reutemann durante los preparativos de los congresos de Parque Norte y Obras Sanitarias. "Hablen todo con Hammerly", les pidió a Duhalde y al ministro del Interior, Jorge Matzkin.
Según las fuentes, cuando el titular de la cartera política le preguntó por Giorgetti, la respuesta del ex piloto de Fórmula 1 fue: "Ni por teléfono".
Incluso anoche, un dirigente provincial señaló a La Capital que los datos para la denuncia contra Cavuto fueron obtenidos en el Tribunal de Cuentas "por gente que responde a Giorgetti", ahora decidida a actuar abiertamente de acuerdo a los intereses del menemismo. Especialmente en los episodios de las internas que se avecinan, como el congreso ordinario previsto para el 6 ó 7 de diciembre próximo, de cuyas deliberaciones podrían surgir nuevas decisiones tendientes a consolidar el variopinto espacio no menemista.
Los funcionarios duhaldistas consideraron "inexplicable lo de Yayo", en referencia al procesamiento del diputado nacional y presidente del Partido Justicialista santafesino, Angel Baltuzzi. Pero lo que a primera vista parece una torpeza judicial fue poco a poco siendo observada en términos conspirativos, teniendo en cuenta la temperatura que está alcanzando la vida interna del oficialismo.
La bancada del PJ en la Cámara baja emitió entonces una declaración de solidaridad con Baltuzzi. Pero otro informante relacionó el tropezón judicial con el futuro lanzamiento del ex ministro de la Producción Miguel Paulón como candidato a gobernador. "Lo quieren bajar a Baltuzzi, que iba a ser su candidato a vice", explicó otra fuente consultada.
El caso de la diputada Alarcón parece especial, y algunos desligan su caso de los de Candioti, Cavuto y Baltuzzi, ya que la legisladora del norte de la provincia está políticamente más cerca de Giorgetti que del resto de sus colegas.
Alarcón, en una breve charla telefónica con La Capital, no quiso referirse a cuestiones políticas internas, pero anticipó que irá a fondo en la denuncia por presunto pedido de coimas a los aspirantes a ingresar a la policía de la provincia. "Ya lo aclaré con el ministro (Esteban) Borgonovo y con el gobernador", dijo.
La diputada expresó luego su sorpresa porque "algunos medios tomaron partido contra mí, endilgándome tráfico de influencias, pero pasaron por alto una denuncia grossa (sic) como es un pedido de coimas contra la policía".
Operadores clave del gobierno, sin embargo, diagnosticaron que las movidas no le hacen demasiado daño a Reutemann y, con cierta dosis de veneno, se atreven a ir más lejos, cuestionando la actitud pasiva del gobernador frente a los embates: "Al Lole le quieren tumbar los peones y él no hace nada para mantenerlos en el tablero; los deja caer. Está demasiado convencido de que el viento no sopla con tanta fuerza como para derrumbarlo a él. El tema es que la interna hace presagiar huracanes en lugar de ventiscas".



Los cañones de la política le están apuntando al Lole. (Foto: Gustavo de los Ríos)
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