Año CXXXVI
 Nº 49.666
Rosario,
lunes  18 de
noviembre de 2002
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Cumbre. Duhalde y Lavagna reclamaron consenso para firmar con el Fondo
Piden más ajuste a las provincias
Buscan eliminar los bonos provinciales. Gobernadores y legisladores cuestionaron las exigencias del FMI

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró ayer a gobernadores y legisladores que el Fondo Monetario Internacional (FMI) exige un cronograma de eliminación de los bonos provinciales y la extensión hasta mediados de 2003 de los acuerdos fiscales para alcanzar un superávit fiscal consolidado del 2,5%, como condición para firmar un acuerdo con Argentina.
El ministro realizó una extensa exposición anoche, durante la reunión que mantuvieron en la Residencia de Olivos el presidente Eduardo Duhalde, la mayoría de los gobernadores peronistas y radicales, y los principales líderes parlamentarios. Frente a un frío auditorio, que en principio llegó al encuentro con una posición de rechazo a las exigencias de mayor ajuste, el jefe del Palacio de Hacienda pintó un panorama negro si se cae en un nuevo default con los organismos internacionales y remarcó que el Fondo "ya no pide un acuerdo técnico sino un consenso político".
El gobierno también informó que el miércoles comenzará a discutirse un nuevo cronograma electoral en el Congreso, que contemple la suspensión de las internas abiertas, lo cual despertó la oposición del menemismo. Aunque no se habló de fechas, el presidente Eduardo Duhalde ratificó su intención de dejar el cargo el 25 de mayo.
Respecto del Fondo, el ministro Lavagna ratificó que el aumento de las tarifas de servicios públicos no será superior al 10%, pidió un compromiso para no modificar la ley de quiebras, impedir la instrumentación de nuevas moratorias impositivas por decreto y sancionar el presupuesto 2003.
El cónclave concluyó después de la medianoche. Hoy está prevista una nueva reunión a partir de las 11. Estuvieron presentes, además de Duhalde y Lavagna, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof; el ministro de de la Producción, Aníbal Fernández, el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, y el secretario de la Unidad Presidencia, Juan Carlos Mazzon.
Los gobernadores peronistas que arribaron a Olivos fueron Felipe Solá (Buenos Aires), Carlos Reutemann (Santa Fe), Néstor Kirchner (Santa Cruz), Carlos Díaz (Santiago del Estero), Juan Carlos Romero (Salta), Angel Maza (La Rioja), Alicia Lemme ("Adolfista" de San Luis), Eduardo Fellner (Jujuy), Herman Olivero (interino de Córdoba), el vice de Tierra del Fuego, Daniel Gallo, y el ministro de Gobierno de Misiones, Esteban Lozina.
Los radicales formaron con Angel Rozas (Chaco), Ricardo Colombi (Corrientes), Sergio Montiel (Entre Ríos), Roberto Iglesias (Mendoza), José Luis Lizurume (Chubut) y Ricardo Verani (Río Negro). También estuvo neuquino Jorge Sobisch, el bloquista sanjuanino Waldino Acosta y el frentista Aníbal Ibarra. El radical Oscar Castillo (Catamarca), no estuvo presente.
Entre los jefes parlamentarios se hallaban el presidente del Senado, Juan Carlos Maqueda; el titular de Diputados, Eduardo Camaño, y los legisladores peronistas Juan Díaz Bancalari, Humberto Roggero y Oscar González, Ramón Puerta y José Gioja. Fueron de la partida, además, el senador radical Carlos Maestro, el renovador salteño Ricardo Gómez Diez (compañero de fórmula de Ricardo López Murphy) y el diputado demoprogresista Alberto Natale.
Uno de los ausentes fue el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien señaló que las provincias "ya habían acordado" en abril pasado los 14 puntos para firmar con el FMI. No obstante, envió a su ministro de Economía Ricardo Cabrera.
Por otra parte, el gobernador peronista de La Pampa, Rubén Marín, y el ministro del Interior, Jorge Matzkin, faltaron debido a problemas climáticos.
El tucumano Julio Miranda, muy cuestionado por el propio gobierno en las últimas horas debido al escándalo por las muertes de niños por desnutrición en su provincia, arribó a Olivos a las 23, cuando ya se habían iniciado las deliberaciones. Aunque trascendió que en el encuentro se iba a hablar de una posible intervención a esa provincia, gobernadores presentes descartaron esa posibilidad.
Tampoco hubo representantes del ARI, de Elisa Carrió, quien anoche, en cambio, protagonizó un acto de campaña.
Durante la primera parte de la reunión, el ministro Lavagna efectuó una exposición sobre las negociaciones con el FMI y el Banco Mundial, y precisó que "los organismos internacionales ya no buscan acuerdos técnicos, sino un fondo de consenso político".
El titular de Hacienda explicó que, en caso de arribar a un acuerdo, el FMI exige que desaparezcan las cuasimonedas nacionales (Lecop) y provinciales.
Ese objetivo ya estaba plasmado en el último pacto fiscal entre la Nación y las provincias, ratificado en su mayoría por acuerdos individuales. El tema es que para posibilitar el rescate de bonos, el gobierno se había comprometido a gestionar ante el FMI una línea de crédito de 1.500 millones de dólares, que ahora está en duda.
Tanto Lavagna como Duhalde ratificaron que el pago de los 805 millones de dólares que vencieron el jueves último con el Banco Mundial sólo se podrán afrontar si se alcanza un acuerdo con el Fondo e insistieron a los gobernadores que si se cae en default con el Banco Mundial se suspenderían importantes líneas de créditos destinadas a programas sociales. Además, alertaron que se profundizaría el aislamiento internacional de la Argentina.
No obstante, prometieron a los gobernadores que el acuerdo se firmará sin poner en riesgo la reactivación económica.
Según informaron voceros gubernamentales, Duhalde aseguró que las provincias serán beneficiadas, a raíz de la liberación de distintos préstamos de organismos nacionales que van desde el financiamiento de programas sociales e infraestructura hasta líneas para la reestructuración del sector público, como el caso del crédito que firmó Santa Fe con el Banco Mundial.
Para conformar al Fondo, el ministro Lavagna se comprometió, y así está expresado en el presupuesto 2003, a obtener un superávit fiscal del 2,5% del PBI para el año próximo, de los cuales el 0,4% debe ser alcanzado por las provincias.
El gobierno pretende que los acuerdos fiscales con los gobernadores se extiendan más allá de la finalización del período de Eduardo Duhalde como presidente.
El gobierno discutió con gobernadores y legisladores un compromiso de no modificar la ley de quiebras, de aprobar rápidamente el presupuesto 2003 y también una ley que impida dictar nuevas moratorias impositivas.
"Lavagna nos habló de la necesidad que se ratifique, incluso hasta mediados del 2003, los acuerdos que las provincias firmaron con la Nación en los primeros meses del año", comentó Solá, quien remarcó que el gobierno "no habló todavía de firmar nada".
Más aún, señaló que los gobernadores "todavía" no saben "cuáles son todas las exigencias del FMI, aunque adelantó que "entre ellas está el cronograma electoral y, también, el tema de las quiebras".
Respecto de las tarifas Solá informó que "el ministro Lavagna dijo que el gobierno no va a admitir un aumento que supere el 10% y además habrá una tarifa social suficientemente extendida". Los gobernadores habrían resistido el aumento.
Los asistentes al cónclave de Olivos debieron sortear, para ingresar a la residencia presidencial, un piquete de militantes identificados del "Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive", que se movilizó para protestar contra el gobierno.
La manifestación, de apenas unas 50 personas, bloqueó las puertas de la calle Villate, por lo cual los gobernadores debieron acceder por la avenida Maipú.
Duhalde llegó ayer al país luego de su viaje a República Dominicana, donde participó de la XII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado.
El presidente llegó al Aeroparque Jorge Newbery a las 8, junto con el canciller Carlos Ruckauf, a bordo del avión Tango 01.
Desde allí se trasladó a su residencia del partido de Lomas de Zamora, donde permaneció hasta media tarde cuando se trasladó a la Quinta de Olivos, para el encuentro con los mandatarios provinciales.



El presidente, gobernadores, funcionarios y legisladores.
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