Año CXXXVI
 Nº 49.666
Rosario,
lunes  18 de
noviembre de 2002
Min 18º
Máx 27º
 
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Calculan que durante las diez jornadas pasaron unas 650 mil personas
Colectividades cerró a pura fiesta
Al cierre de esta edición un jurado eligió reina a la representante rusa, entre 35 candidatas

El XVIII Encuentro de Colectividades terminó esta madrugada a toda fiesta. Después de una jornada de convocatoria plena, y bajo un cielo que amenazaba con aguar la noche, un jurado consagró reina del encuentro a Carla Acevedo Polzicoff, de la Biblioteca Alejandro Pushkin, a Magalí Mongorio (del Centro Aragonés) como primera princesa, y a Lucía Elisa (de la Familia Veneta) como segunda. Y lo hizo entre 35 representantes de las distintas agrupaciones, en una elección que prometía ser reñida.
Las chicas pasaron delante de la multitud con ropa deportiva, informal, vestidas para fiesta y con los trajes típicos. Las cuatro pasadas serían suficientes para que el jurado se decidiera, y luego vendrían los fuegos artificiales con los que cada año la fiesta tiene su cierre definitivo.
Pero la elección de la reina no fue más que el broche de oro de una jornada en la que el escenario central concentró especial atención, y ofreció algunos espectáculos que llegaron a emocionar. Como el vuelo de las bailarinas de la colectividad eslovena, que luego tiraron sus claveles rojos al público, o el mensaje de paz de los niños de la Unión Sionista Argentina de Rosario, sin dudas los que tuvieron la hinchada más numerosa (impactante el despliegue de bailarinas y de vestuario que ofrecieron los grupos de baile de la colectividad judía).
El Club Social San Jerónimo del Cusco, de los residentes peruanos, rescató el folclore de la selva de ese país, como la danza del Carachunclo, donde un grupo de hombres con los cuerpos pintados bailan moviendo sus lanzas alrededor de una mujer, a la que finalmente sacrifican. Y el carnaval de Canas, un baile de seducción en el que las mujeres finalmente tienen la valentía de elegir sus parejas.
La siciliana asociación Alcara Li Fussi puso la gracia de sus bailes típicos, y generó como ningún otro grupo el acompañamiento de palmas del público; los canarios contrastaron con su baile lento, cadente, y la colectividad catalana cerró los espectáculos del escenario central con su danza nacional, donde bailan todos en un círulo que los iguala.
Debajo del escenario la gente se iba amontonando y, para la elección de la reina, ya era muy difícil desplazarse. Eran cerca de las 24 y todavía seguía bajando gente hacia el encuentro.
Había pasado la medianoche y las candidatas seguían desfilando. La reina estaba a punto de ser elegida y los fuegos estaban por venir.
Así terminó colectividades. Con la visita de entre 600 mil y 700 mil personas, según sus organizadores (se calculan que hasta el último día fueron unas 550 mil, y que ayer podían rondar las 100 mil). Con 47 colectividades participantes, 31 stands, 67 presentaciones de baile de grupos mayores y 20 de menores, lo que totalizó durante todas las presentaciones el despliegue de más de 1700 bailarines en escena. Tanto para el titular del Ente Turístico Rosario (Etur), Raúl Garo, como para Lidia del Grosso, integrante de la organización de la fiesta, esta edición superó las expectativas, teniendo en cuenta el especial momento crítico del país y las ya clásicas inclemencias climáticas. Hasta el año que viene.



Las chicas desfilaron frente a una espectante multitud.
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