Año CXXXVI
 Nº 49.666
Rosario,
lunes  18 de
noviembre de 2002
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El religioso habló de su nuevo cargo
Monseñor Eduardo Mirás: "No esperaba ni tampoco deseaba ser elegido titular del Episcopado"
El arzobispo local cree que hay un despuntar económico en la ciudad y sueña con que no sea un viento de verano

Sergio Roulier / La Capital

El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Vicente Mirás, confesó que no esperaba ni tampoco deseaba ser elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Esta designación la ve como un "gesto de confianza" del resto de los obispos y una nueva carga para sus tareas habituales. En su primer contacto con un medio de Rosario tras haber asumido el cargo, el prelado ratificó a La Capital que no impulsará la Mesa del Diálogo Argentino y aseguró que entre los prelados no se habló de los dos casos (el de monseñor Edgardo Storni y el sacerdote Julio Grassi) que sacudieron a la Iglesia en estos últimos tiempos. Insistió con sus reservas en cuanto al acuerdo del gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y reconoció que hay un "despuntar" con respecto a la situación social y económica que vive la ciudad.
Mirás mantuvo un breve diálogo con La Capital ayer a la noche en el marco de su primera actividad oficial después de haber sido elegido al frente del Episcopado. Presidió la misa en la cual el padre Víctor Pratti se hizo cargo de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Fisherton, ante una multitud de fieles que colmaron el templo.
-¿No se esperaba esta designación?
-No, ni la deseaba tampoco. Fui convencido de que iba a volver sin estar más en la mesa directiva de la Conferencia Episcopal, pero se dieron las cosas así sin que nadie las buscara.
-¿Qué significa para usted este cargo?
-Es un gesto de confianza de los obispos y es una responsabilidad. No es que uno quede constituido como autoridad de los demás obispos, cada obispo es que el gobierna su propia iglesia particular. La conferencia es la unión de todos los obispos ya que hay que buscar en una misma nación planes pastorales comunes a todos, entonces alguien debe presidir cuando hay una reunión y por eso se elige un presidente.
-Tendrá más trabajo y le va quitar tiempo de su tarea en el arzobispado.
-Sí, seguro. Me va a quitar tiempo y me va a obligar a viajar más a Buenos Aires de lo que viajaba hasta ahora para reuniones y atender a gente o instituciones que quieren hablar con el Episcopado. Será una tarea más que el Señor ha querido que asumiera.
-¿Va a reimpulsar la Mesa del Diálogo Argentino?
-No en la forma anterior, porque la Mesa es una instancia de diálogo que convocó el gobierno y la Iglesia le dio el marco moral y el espacio, siempre con la idea de que dialogar es también capacidad de renunciar y no reposicionarse en lo propio. Pero en junio se acabó. Se entregó un documento de 14 puntos para que el gobierno lo lleve a la práctica, pero lamentablemente eso no ocurrió. Sólo se llevaron adelante los planes para jefes y jefas de familia. Las que se siguen autoconvocando son las mesas sectoriales, donde actúa fuertemente la Iglesia Católica y se han invitado a otras religiones, grupos empresariales y sindicales, y ONG.
-En esta renovación de autoridades, ¿el Episcopado hizo una autocrítica de su actuación en los últimos tiempos?
-La Conferencia está muy conforme con el trabajo realizado durante estos últimos seis años por monseñor Estanislao Karlic como presidente. No pudo ser reelegido por cuestiones estatutarias y por su edad. Si hubiera estado en condiciones, creo que lo hubieran reelegido.
-¿Se habló sobre los casos Storni y Grassi?
-No tocamos el tema para nada.
-¿Cree que sus colegas lo eligieron por la posición que usted tomó con respecto a ambos casos y en especial al de Storni?
-Mire, no sé. Soy el primero que no comprendo por qué me eligieron. Fui con la expectativa de volver sin cargo alguno. Esto no le sé contestar.
-¿Recibió saludos de las autoridades y de la comunidad?
-Recibí el apoyo, la compañía y la promesa de oración de la gente y eso es lo que pido. Uno accede a esto con mucho temor.
-En estos momentos (por anoche) el presidente Duhalde y los gobernadores están reunidos para ver si aprueban el acuerdo con el FMI...
-Insisto con que sería importante llegar a un acuerdo con el Fondo, pero con la condición de que no debería hacernos perder un ápice de nuestra soberanía.
-¿Cómo ve a Rosario?
-Me da la impresión, también por lo que me dicen los sacerdotes, que pese a la falta de trabajo y a las necesidades que todo el mundo conoce, parece que hay un despuntar de algunas cositas. En algunos lugares se consiguen changas o trabajos temporarios, aunque esto todavía no es digno, falta mucho mas. Parece que al menos la rueda empieza a moverse, esperemos que esto no se pare, que no sea un vientecito de verano, y que después se acaba y termina siendo peor.



Mirás dijo que no impulsará la Mesa del Diálogo actual. (Foto: Marcelo Bustamante)
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