Año CXXXV
 Nº 49.653
Rosario,
martes  05 de
noviembre de 2002
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Legalizar el aborto

Legalizar el aborto, otra vez un tema que atañe a los derechos humanos de las mujeres, volvió a los medios de comunicación, en especial a la televisión rosarina. La legalización del aborto es una cuestión que hace referencia directa a la vida y salud de las mujeres en edad reproductiva, y a la vez es una cuestión primordial en materia de derechos humanos. Quien guarde memoria de los últimos tiempos vividos en el país, seguramente se acordará de la era menemista (1989-1999), y su cruzada antiabortista. El ex-presidente de la Nación Carlos Saúl Menem llegó a proclamar con total beneplácito de la Iglesia Católica Argentina y el Estado del Vaticano, el Día del Niño por Nacer, es decir nos impuso a las mujeres argentinas, el día del embrión. En Argentina -aún siendo el aborto un delito- se practican ilegalmente entre 450.000 (cuatrocientos cincuenta mil) y 500.000 (quinientos mil) abortos, anualmente. La clandestinidad de esta práctica se cobra la vida de una mujer todos los días. El aborto es en nuestro país la primera causa de mortalidad materna. Obviamente, las mujeres que fallecen por esta causa son siempre las mismas: las mujeres que pertenecen a clases sociales de ingresos bajos o medios bajos. Desde un orden estrictamente legal se puede afirmar que un embrión no es un sujeto de derecho, o lo que es lo mismo, un embrión no es una persona. El derecho civil argentino vigente está cargado de ficciones jurídicas. El artículo 70 del Código Civil argentino establece el principio de la vida, a partir del momento de la concepción. Pero, seguidamente, el artículo 76 del mismo Código Civil del mismo plexo normativo establece una condición resolutoria (para adquirir derechos): el nacimiento con vida del ser concebido. Por esto se concluye que, se es persona a partir del nacimiento. El derecho comparado privilegia el derecho a la vida de las mujeres, apartándose de la sacralización de los derechos del embrión. Sólo una sexta parte de los países del mundo no tienen legalizado el aborto. En Argentina, así como en los países árabes y la mayoría de los países africanos, el cuerpo de la mujer gestante pertenece a la Iglesia y al Estado. Con la legislación vigente, nosotras no somos las dueñas de nuestro propio cuerpo embarazado. Mientras el aborto no sea legalizado, las mujeres de bajos recursos económicos no tendrán garantizado su derecho a la vida. ¡Es hora que la mujer argentina tenga el mismo derecho a la vida que los hombres! Si la naturaleza hubiera permitido a los varones concebir el aborto no sería un delito, por el contrario sería lo que siempre debió ser, un derecho humano a decidir sobre nuestro cuerpo.
Gabriela Silvia Loccisano


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