Cuando la noche del sábado Ernesto Girini llegó a un cajero automático con la finalidad de extraer el dinero de su sueldo, no imaginó que sería la nueva víctima de una banda de estafadores dedicada a colocar dispositivos que retienen las tarjetas magnéticas en los dispenser de billetes para luego recuperarlas y alzarse con los fondos de la cuenta. Claro que la acción, en esta oportunidad, fue observada de cerca por una brigada policial que terminó desbaratando la maniobra y apresando a cuatro maleantes oriundos de la provincia de Buenos Aires.
Todo ocurrió frente al Nuevo Banco del Suquía de avenida Pellegrini y Entre Ríos. Esa sucursal, como otras de la misma entidad, estaban siendo custodiadas por efectivos de Seguridad Personal desde el pasado 10 de octubre cuando un ejecutivo del banco denunció severos daños en los cajeros automáticos y puso a disposición de los investigadores las filmaciones de seguridad que mostraban la forma de operar de los estafadores. Esa presentación fue girada al juzgado de Instrucción Nº 11, a cargo de Carlos Triglia, con quien los detectives coordinaron la custodia de los cajeros a la espera de descubrir a los estafadores.
Así supieron que los maleantes "adhieren con pegamento un trozo de celuloide en la ranura del cajero, lo que hace que la tarjeta quede atrapada en el aparato y que la máquina no tome el plástico. Entonces, uno de los estafadores llega al lugar, se hace pasar por cliente y le ofrece ayuda a la víctima. Así descubre cual es el número de PIN del damnificado, que se va del cajero suponiendo que su tarjeta quedó retenida, mientras los delincuentes la retiran y operan vaciando su cuenta".
Eso fue lo que intentaron hacer los cuatro bonaerenses que se aprovecharon de Girini a la 1 de la madrugada del sábado. Los pesquisas de Seguridad Personal apostados frente al banco vieron en actitud sospechosa a una pareja que esperaba dentro de un Fiat Palio, patente DLM354, y a un par de hombres que merodeaba la esquina. "Los cuatro se mostraban impacientes y miraban en forma permanente hacia el cajero", relató un investigador.
Así las cosas, cuando Girini ingresó al cajero y empezó a manifestar su descontento al quedar atrapada su tarjeta, el hombre que estaba dentro del Palio bajó y se acercó al lugar simulando ser un cliente. Entonces el maleante se ofreció a brindarle ayuda, ingresó a la cabina después que el cliente le abriera la puerta y puso en marcha su plan, que fue frustrado por la presencia de los hombres de Seguridad Personal.
La rápida acción de los policías hizo que los dos hombres que merodeaban la esquina a modo de campanas escaparan. Aunque su huida terminó en avenida Pellegrini y Corrientes donde fueron interceptados por una patrulla del Comando Radioeléctrico que los apresó.
En tanto, el falso cliente que quiso ayudar a Girini y la mujer que lo acompañaba y que observaba la acción desde el auto también fueron detenidos, a pesar de las excusas que intentaron dar a los policías.
Trasladados a la Jefatura, fueron identificados como Roberto Adrián Cóceres, de 27 años, oriundo de la localidad bonaerense de Moreno; Evelyn Rocío Gómez, de 19, y domiciliada en La Plata; Enrique Miguel Callone, de 30, y Mario Alberto Medina, de 32, ambos de la ciudad de San Clemente del Tuyú. En poder de los arrestados, los policía hallaron "las tijeritas y el pegamento con el cual urdían la maniobra".
Ayer, fuentes de la investigación sostuvieron que la banda podría haber estado operando en Rosario desde hace al menos un mes, aunque reconocieron "que no actúan en forma permanente sino que viajan en forma constante. Están una semana en Rosario, se van, vuelven y no siempre son los mismos tipos".
Además, el vocero sostuvo que "esto es el comienzo de una investigación que seguramente se extenderá a otras provincias y posiblemente a países vecinos. Los cuatro detenidos no actúan solos, a nuestro entender son parte de una banda más grande que ahora empezaremos a rastrear".
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La banda cayó en el banco de Pellegrini y Entre Ríos. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
