Año 49.651
 Nº CXXXV
Rosario,
domingo  03 de
noviembre de 2002
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El congreso del PJ, la primera batalla de una guerra sin fin

Mientras la incertidumbre política crece al compás de la interna peronista, el gobierno avanza en su ofensiva para terminar de aislar al menemismo y prepara para el martes que viene un nuevo congreso partidario que termine de consolidar el "bloque de poder" que logró armar el sector liderado por el presidente Eduardo Duhalde.
El duhaldismo todavía está eufórico por la demostración de fuerzas que significó, según la lectura que hacen en el entorno presidencial, la convocatoria al congreso de Parque Norte, donde ese sector estableció una nueva fecha de internas para el 19 de enero próximo y llamó también a renovar la conducción partidaria.
"Hacía muchos años que no teníamos un congreso que pudiera reunir a más de los dos tercios de sus miembros y en Parque Norte se conformó un bloque muy poderoso que precisamente no contiene a Menem", resumió entusiasmado un alto funcionario gubernamental, que hoy ve al peronismo dividido en dos facciones muy claras: "De un lado el menemismo y del otro el resto del partido".
Este funcionario está convencido que, mal que le pese, el ex presidente Carlos Menem no tendrá ahora más remedio que negociar con el duhaldismo y aceptar las nuevas reglas de juego de la interna.
De hecho, Alberto Kohan, uno de los principales operadores del menemismo, ya admitió que el ex presidente estaría dispuesto a aceptar la nueva fecha del 19 de enero, pese a que ese sector había ratificado la convocatoria a internas para el 15 de diciembre. Anoche lo confirmó el operador bonaerense Alberto Pierri: "Vamos a ir al congreso. A la ropa sucia hay que lavarla en casa".
Fuentes del gobierno ya habían expresado su confianza en que el martes próximo, cuando vuelva a reunirse el congreso para ratificar las decisiones adoptadas en Parque Norte, el menemismo enviaría a sus congresales y terminaría por avalar con su presencia las decisiones que surjan de ese encuentro.
Pese a este "triunfo" del duhaldismo, en el entorno presidencial admiten que por ahora sólo "se ganó una batalla", no la guerra, ya que de este nuevo polo de poder no surge todavía un candidato que genere expectativa y aglutine al partido.
Aunque la candidatura presidencial es un tema que obsesiona al presidente desde que el gobernador Carlos Reutemann rechazó ese ofrecimiento, los duhaldistas creen que todavía tienen tiempo para encontrar "la fórmula" capaz de pelear con chances la interna partidaria y dejar a Menem fuera de la carrera.


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