Año CXXXV
 Nº 49.650
Rosario,
sábado  02 de
noviembre de 2002
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El músico editó "Alegre caballero", un álbum destinado al mercado latino
Rubén Rada: "Argentina es un país grandioso que no sabe votar"
Dijo que, para trascender, los artistas uruguayos necesitan triunfar en Buenos Aires

Marcelo Menichetti / La Capital

El cantante y percusionista uruguayo Rubén Rada lanzó un nuevo álbum, "Alegre caballero", con el que pretende consolidar su presencia en el mercado Latinoamericano. El músico seleccionó diez temas y armó un disco que, sin soslayar los duros momentos por los que atraviesan los países del sur del continente, apuesta a los ritmos más representativos de las culturas latinas como el candombe, el cha cha chá, el bolero y la balada romántica.
"Luché durante muchos años para colocar la música uruguaya por intermedio del candombe, pero cuesta muchísimo y, aunque trabajamos como locos, no pasó de la Argentina", dijo el percusionista y cantante en un diálogo telefónico que mantuvo con La Capital desde su Montevideo natal.
-¿Con "Alegre caballero" apuesta a consolidar un nuevo mercado?
-Sí. Mi disco anterior tenía algunas cosas como "Chacha muchacha" y "La Plena" y para esta grabación me junté con Cachorro López y a él le pareció que para colocar el disco en otros países como Colombia o Venezuela, estaba bárbaro que fuéramos por el lado de la balada y ahí dentro también está metido el candombe. Luché durante muchos años para colocar la música uruguaya por intermedio del candombe, pero cuesta muchísimo y aunque trabajamos como locos no pasó de la Argentina. Ahora se editó "Quien va a cantar" en Venezuela y entró por el lado del cha cha chá, pero ya los tipos escucharán los candombes y se preguntarán de qué se trata.
-¿Cómo se hace música en medio de una crisis como la que viven el Uruguay y la Argentina?
-Siempre supe protegerme de toda esa locura. En la época del proceso cantaba: "Tocá, che Negro Rada...". Uno siempre tiene que conservar la alegría porque el día que venga la alegría, si no la tenés, vas a ser un amargado. Y eso nos pasó a un montón de artistas que luchamos contra el proceso militar en Argentina. El único tipo que se salvó fue Charly García porque tenía cosas que decir con calidad, pero los demás quedamos afuera.
-¿Después estuvo fuera de Sudamérica?
-Estuve cuatro años en México. Fue una experiencia difícil porque presentaba mis canciones allá y me decían: "Qué voz, qué divino, cómo cantás, qué linda melodía... ¿No me das esta canción para un pibe rubio, de ojos celestes que no canta muy bien pero es más lindo? Aparte podés ganar mucho dinero..." Así que terminé vendiendo canciones. Me acordaba de la maldición de Malinche: Thalía, Luis Miguel, Ricky Martin todos esos artistas que triunfan en México son toda gente rubia y bonita.
-¿Existe un modo uruguayo de componer canciones?
-Pienso que siempre estuvo. Pero como le comento a todos: viniendo de Estados Unidos o Europa, Argentina está en el culo del mundo y Uruguay está atrás del culo....(risas). A nosotros nos cuesta enormemente poder venderles alguna fruta a ustedes de vez en cuando. Alguna fueron Los Shakers, otra vez Los Iracundos. Cada cinco o seis años podemos colocar un artista en la Argentina. Cuando en Uruguay nos ven en programas de televisión de la Argentina nos dicen: "Qué bueno, están triunfando internacionalmente..." y estamos a media hora de avión.
-¿Los uruguayos son una especie de reserva moral de los argentinos?
-Es muy fuerte decir eso. Me parece que Argentina tiene una reserva moral muy grande. Si yo dijera eso pecaría como nuestro presidente (Jorge) Batlle. Me parece que sería una falta de respeto a un país grandioso, con gente muy talentosa que no sabe votar.
-¿Les recomienda a sus hijos que saquen el pasaporte?
Tengo tres hijos nacidos en la Argentina: Lucila, Matías y Julieta. Lo primero que les recomiendo es que estudien y después que decidan lo que quieran. El padre está para apoyarlos. Ahora no se me va a caer una lágrima si se van del país porque pienso que estos países se han portado tan mal con la gente, que no se merecen una lágrima.



Rada marca un estilo que conquista nuevos públicos.
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