Año CXXXV
 Nº 49.648
Rosario,
jueves  31 de
octubre de 2002
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Tras perder el superclásico
River: Se deterioró la relación entre el DT y los jugadores

El grito, hiriente, se escuchó desde la autopista. "¡Pellegrini amargo!", vociferó un hincha que pasaba en auto por el predio que River tiene en Ezeiza. Las secuelas por la derrota del domingo ante Boca permanecen fresquitas y desmienten con fuerza la teoría de que River ya no pelea por nada en las cinco fechas que quedan del Apertura.
¿Acaso no se juegan mucho Pellegrini y sus jugadores en la recta final? Más allá de que Independiente se encamina con paso firme y de que nada ni nadie parece poder privarlo de la consagración, el panorama por Núñez todavía está a tiempo de oscurecerse mucho más de lo que el sentido común aconseja?.
Porque más allá de que sería temerario pedir el alejamiento de Pellegrini, ¿alguien puede atreverse, tratándose de un club como River garantizar la continuidad del chileno si el equipo sufre nuevos derrapes en los partidos que faltan, entre ellos los clásicos ante los suplentes de San Lorenzo y el de la última fecha frente a Racing?.
La idea de los dirigentes es respetarle el contrato (vence en junio del año próximo) e incluso extendérselo. Pero hay que ver si, en caso de una tormenta fuerte, Pellegrini tiene la personalidad y la entereza suficientes para quedarse en el cargo.
Pellegrini debe estar arrepentido de sus declaraciones del domingo, cuando se refirió a la inmadurez de su equipo, y también de lo que dijo el martes: "El objetivo nunca fue ganar el campeonato". De hecho, ayer varios jugadores lo dejaron indirectamente mal parado al término de la práctica.
Dijo Angel Comizzo, el único de los referentes que habló después del traspié ante Boca: "En River ser segundo no sirve de nada". En tanto Ricardo Rojas, cuando le preguntaron sobre los supuestos pecados de juventud del equipo dijo que: "En el torneo pasado, de jugadores jóvenes como D'Alessandro y Cavenaghi se hablaba que los querían clubes muy importantes del exterior. Con muchos de estos jugadores salimos campeones".
Lo riesgoso para el DT es que el plantel se le haya ido de las manos como fuerza colectiva. ¿Es verdad que Celso Ayala y Andrés D'Alessandro están distanciados desde el ominoso 5 a 0 sufrido ante Banfield?.
Otra cosa: cuando Carlos Bianchi dirigía a Boca, ¿alguna vez un futbolista declaró ante la prensa algo diferente a lo expresado por el Virrey? Estamos en democracia, es cierto, pero se sabe que en el fútbol hay palabras que pueden causar bastante más daño que el imaginado.
Al igual que el martes, Norberto Alvarez volvió a estar presente en un entrenamiento, aunque sin hacer declaraciones. La cara de Pellegrini y de algunos jugadores, como Leonardo Astrada y Ayala, denunciaban que el sentimiento de frustración por haber perdido con Boca será difícil de superar. (DyN)



Pellegrini tendría las horas contadas en Núñez.
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