Año CXXXV
 Nº 49.643
Rosario,
sábado  26 de
octubre de 2002
Min 17º
Máx 24º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Golpe de dos delincuentes en una vivienda de Laprida al 3400
Dos asaltantes sorprenden a una jubilada y le desvalijan la casa
Los ladrones se introdujeron por un patio y escaparon tras dejar a la víctima maniatada en su cama

Ariel Etcheverry / La Capital

"Por favor, no me hagan nada", dijo la mujer. "Quedate tranquila, abuela. No te vamos a lastimar siempre y cuando no grites", prometieron los delincuentes. Así comenzó la experiencia más dura que atravesó Guillermina, una pensionada de unos 70 años que fue sorprendida en su casa de la zona sur por dos ladrones. El trance duró más de 30 minutos y la mujer fue atada de pies y manos en su cama mientras los ladrones desvalijaron la vivienda y se fueron tranquilamente por la puerta de calle sin llamar la atención de nadie.
Guillermina acepta contar su historia y sorpresivamente la única condición que pone es no divulgar su apellido ni su edad. Esta pensionada, quien vive en esa misma cuadra desde hace más de quince años, practica yoga y por casualidad el jueves a la mañana había decidido no concurrir a la sesión del día.
El episodio ocurrió en la casa de Laprida 3425. Eran aproximadamente las 7.15 cuando la mujer salió al patio trasero para juntar unas prendas que habían quedado dentro del lavarropas. Pero cuando ya estaba con un pie adentro sintió que alguien la sujetaba desde atrás firmemente de los brazos.
"Me metieron de prepo en la cocina y con una mano me taparon la boca tan fuerte que me lastimaron el labio", relató Guillermina. La dueña de casa, viuda desde hace algunos años, fue sorprendida cuando se encontraba sola, ya que su hijo había salido con rumbo al trabajo. "Les pedí que no me hicieran nada y dijeron que si me callaba y no gritaba no iban a hacer daño", agregó la mujer. Los maleantes habían ingresado por los techos de las casas vecinas, presuntamente por alguna del pasaje Alpatacal, que es una cortada situada entre Ayolas y Saavedra.
Después de ser llevada a los tirones de un sitio a otro, Guillermina finalmente fue atada de pies y manos con un par de medias tipo cancan y cubierta con una funda de almohada, a modo de capucha. De esa forma la recostaron en su propia cama mientras los maleantes revolvían la casa. Durante los más de 30 minutos en que los intrusos estuvieron dentro de la vivienda, vencida por los nervios, la mujer comenzó a darles charla a los desconocidos.
"¿Ustedes son de acá, de zona sur?", preguntó Guillermina. "No abuela, somos de Alberdi", le respondió uno de los ladrones mientras revolvía un mueble de la casa. "Ah, igual que yo, entonces debés ser hincha de Central", le espetó la mujer como para romper el hielo. Ante semejante aseveración, los ladrones dejaron escapar una leve sonrisa sin desatender el revoltijo que causaban en casi todos los ambientes de la casa.
"Vos debés tener la edad de mi hijo", le dijo después Guillermina a uno de los delincuentes en tono maternal. "¿Quieren tomar algo?", ofreció al comprobar que la "visita" se extendía demasiado. "La verdad es que estaba muy asustada y no sabía qué decirles para que no me hicieran nada", contó más tarde.
Tras varios minutos de búsqueda y recolección de cualquier objeto de valor, los delincuentes optaron por retirarse. Para eso cortaron el cable del teléfono y no tuvo mejor idea que pedirle las llaves de la puerta de calle ya que al parecer habían acumulado tal cantidad de objetos que no podían escapar por los techos.
"Por favor, no me robes las llaves", suplicó Guillermina desde la cama de su cuarto. "No te hagas problemas, quedate media hora acostada, que las dejamos al lado de la puerta", le contestó desde la calle uno de los ladrones.
"Se llevaron todo lo de valor que encontraron, desde una video hasta el desodorante del baño, dinero y alhajas. Todo lo guardaron en un bolso de mi hijo", concluyó la pensionada. El robo ocurrió en jurisdicción de la comisaría 16ª.



"Se llevaron desde una video al desodorante del baño". (Foto: Gustavo de los Ríos)
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados