Moscú. - Una joven murió, otra resultó herida y otras tres lograron fugarse ayer del teatro de Moscú donde un comando islámico checheno mantiene como rehenes a centenares de personas. La Cruz Roja logró ingresar con medicamentos, mientras el gobierno del presidente Vladimir Putin calificó la acción como un acto del terrorismo internacional". Lo más grave es que las negociaciones, iniciadas la misma noche del asalto, ayer estaban completamente bloqueadas. "Las exigencias de los terroristas se han vuelto ultimátums", advirtió una fuente rusa. A pedido de Rusia, las Naciones Unidas emitieron una resolución de condena del masivo secuestro, el más grave en la historia rusa si se excluyen las repúblicas caucásicas.
Unos 50 guerrilleros, la mayoría mujeres que llevan explosivos adosados a su cuerpo y ocupan desde el anochecer del miércoles el teatro Dubrovka en Moscú, exigen el retiro de los 80.000 soldados rusos que ocupan la república de Chechenia desde 1999. Chechenia "es rehén de Rusia desde hace tres años", afirmó a una radio rusa un miembro del comando checheno. Más allá de estas afirmaciones, es cierto que desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, la brutal guerra que se libra en Chechenia dejó de tener espacio en los medios y de ser una preocupación para los gobiernos occidentales, que anteriormente amonestaban a Moscú por las violaciones a los derechos humanos de la población civil chechena perpetradas por sus tropas.
El presidente Putin afirmó que la toma de rehenes "fue planificada desde los centros del terrorismo internacional".
En tanto, una mujer fue muerta ayer de madrugada por los rebeldes chechenos, informaron los propios separatistas y la policía rusa. Según la página Web de los rebeldes, la Kavkaz.org, los milicianos que tomaron a unos 700 rehenes en el teatro moscovita mataron a tiros a un policía que intentó ingresar a la sala disfrazado de indigente y simulando una borrachera.
Pero los servicios especiales rusos (FSB) afirmaron que se trataba de una rehén, de 20 años de edad, que había intentado escapar el miércoles por la noche, al comienzo de la operación de los rebeldes.
Según éstos, el hecho ocurrió a las 6 de ayer, hora local, cuando un efectivo de las fuerzas policiales rusas de elite, disfrazado de indigente, se acercó a la puerta principal del teatro y pidió entrar. En el mismo sitio de Internet, los rebeldes negaron una versión de la agencia rusa Itar Tass de que una rehén había sido ajusticiada por los guerrilleros.
Por su parte, cuatro mujeres jóvenes lograron escapar del comando checheno. Una resultó herida, informó la agencia italiana Ansa, que tiene dos corresponsales en el lugar del hecho.
Una fuente policial citada por la agencia rusa Interfax dijo que una de las mujeres rehenes que lograron escapar poco antes de las 18.30 locales (11.30 de Argentina) resultó herida por una granada que le arrojaron los rebeldes. La fuga se dio en dos tiempos: primero lograron escaparse dos jóvenes, una de las cuales fue herida por los chechenos, que le dispararon desde una ventana. Luego, las otras dos mujeres fueron rescatadas por agentes especiales rusos después de que lograron abandonar sin ser vistas la sala.
Pero tal vez lo más grave de la situación sea que las negociaciones están bloqueadas. Fuentes del FSB advirtieron que la tensión subió luego de los hechos de sangre y que en tanto "las exigencias de los terroristas toman el carácter de ultimátums", según declaró Maria Chkolnikova, una médica rehén que pudo hablar a la radio Eco de Moscú. El comando checheno "no desea liberar más a nadie", lamentó a su vez el diputado y negociador Iosif Kobzon, después de un nuevo encuentro con los rehenes y sus carceleros en el teatro.
El brazo derecho del presidente independentista checheno Aslan Masjadov, Ahmed Kazayev, definió la acción de los rebeldes como "un acto desesperado" perpetrado "en la capital de la potencia agresora".Masjadov había dicho antes del ataque que controlaba todas las fuerzas guerrilleras y confirmaba su apoyo al plan oficioso de EEUU que prevé la renuncia a la independencia a cambio de una amplia autonomía y garantías internacionales. (DPA y Télam)
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