Año CXXXV
 Nº 49.642
Rosario,
viernes  25 de
octubre de 2002
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Sangrienta protesta de los estatales porteños

Dos personas heridas y la paralización de las cinco líneas de subte y el premetro fue el saldo de los violentos incidentes registrados ayer en las puertas de la Legislatura porteña entre la policía y los trabajadores del sector, que intentaron ingresar a la sesión en la que se discutía la ley de reducción de la jornada laboral a seis horas, finalmente archivada.
La empresa Metrovías, ante el paro sorpresivo que dejó sin funcionar a la totalidad de las líneas y advirtió que "despedirá" al personal que se niegue a realizar sus tareas, momentos antes de que la Legislatura mantuviera las ocho horas de trabajo.
La definición del paro fue anunciada, como consecuencia espontánea de los incidentes, por los delegados gremiales en las puertas de la Legislatura.
Mario Caligari, secretario de prensa de la UTA, advirtió la vigencia de la medida y señaló que respetarán la decisión de la cartera laboral ya que "no queremos exponer a los trabajadores para que sean despedidos con causa justificada".
Los incidentes se produjeron cuando desde la calle Perú lanzaron un objeto contra la policía, en momentos en que ingresaba a la zona la jueza Patricia López Vergara con una medida que autorizaba el ingreso de los trabajadores al recinto.
Los trabajadores identificaron al hombre que lanzó el objeto y lo persiguieron hasta la esquina de Diagonal Sur y Perú, donde logró guarecerse detrás de un cordón policial.
"Es un provocador, no caigamos en la trampa de la policía", gritaban los delegados de los trabajadores, cuando la línea de los efectivos de seguridad y sus perros quedó cara a cara con los manifestantes.
Las dos personas heridas, un guarda de la Línea E de subte y un miembro del Polo Obrero, fueron internados en el hospital Argerich con traumatismos de distinta gravedad.
Los trabajadores de Metrovías reclamaban la aprobación en la Legislatura de la jornada laboral de seis horas, convertida en ley por ese cuerpo pero vetada por la administración de Aníbal Ibarra.
Sin embargo, la Legislatura decidió a última hora archivar la ley que promovía la declaración de insalubridad del trabajo en la red de subterráneos y la reducción de la jornada laboral a seis horas.
Según informaron fuentes legislativas, de esta manera quedó firme el veto que el 12 de setiembre pasado hizo Ibarra a la norma que el 22 de agosto sancionó la Legislatura.
De este modo, la jornada de trabajo en los subterráneos continuará siendo de ocho horas, pese a la dura oposición de los sindicatos del sector. (DyN)


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