Año CXXXV
 Nº 49.642
Rosario,
viernes  25 de
octubre de 2002
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El sacerdote dijo que es inocente de las acusaciones de abuso de menores
Grassi, encarcelado, aseguró que ha sido víctima de una venganza
"Todo es una absurda mentira" dijo el religioso cuando se entregó a la Justicia en Morón

Conmocionado pero sereno, el padre Julio César Grassi, detenido por presunto abuso deshonesto de menores que estaban bajo su tutela en la Fundación Felices los Niños, aseguró ayer ante la Justicia que las acusaciones en su contra son "una absurda mentira" y las atribuyó a una venganza en su contra por parte de ex empleados de la Fundación.
Luego de prestar declaración por varias horas ante el juez, a las 14.37 con sus muñecas cubiertas por una campera, Grassi salió de los tribunales con gesto adusto y fue trasladado hasta la Delegación de Investigaciones de Morón, con sede en Merlo, donde deberá esperar que el juez de Garantías resuelva, dentro de los próximos 15 días, su situación procesal.
"Soy inocente, soy inocente" aseguró Grassi al entregarse ayer a las 8.15, tras permanecer varias horas prófugo, y sostuvo que la imputación por abuso sexual en su contra "es una gran mentira" pese a lo cual admitió que "sé que voy a quedar detenido".
Vistiendo saco gris y con el característico cuello de sacerdote, apareció por la sede judicial ubicada en la calle Colón 237, del centro del partido bonaerense de Morón.
Lo acompañaban su abogado, Jorge Sandro, ex defensor del militar Gregorio Ríos, jefe de la custodia de Alfredo Yabrán condenado a prisión en la causa por el homicidio del fotógrafo José Luis Cabezas, y Lucía Portal, esposa del animador televisivo Raúl Portal y amiga del cura.
"Vengo a entregarme" alcanzó a decir Grassi entre los periodistas que intentaban arrancarle declaraciones, antes de que ingresara a la sede de los tribunales de menores de Morón.
Incluso, aseguró que a principios de esta semana sufrió un intento de extorsión "por una persona que le exigió dinero para venderle información relativa a este tema".
Así lo aseguró el defensor de Grassi, quien sostuvo que la detención del sacerdote "es contraria a la ley".
"El padre Julio Grassi ha declarado extensamente y durante la mayor parte del acto dictó su propia declaración, en donde dio explicaciones completamente claras y exhaustivas sobre los hechos que se le atribuyen", dijo el abogado.

Un complot
Según aseguró el abogado, Grassi demostró con sus dichos que las acusaciones en su contra forman parte de "una absurda mentira", y las enmarcó "posiblemente en una trama para ejecutar contra él en un acto de venganza". La hipótesis de la venganza también había sido señalada por Grassi en el programa "Telenoche Investiga", que reveló el caso anteanoche.
Sin embargo, el abogado no quiso dar más detalles de a quién habría acusado el sacerdote de ese supuesto complot. "Eso será materia de investigación", se limitó a decir.
Además, el abogado Sandro salió al cruce de las aseveraciones de la fiscalía, al sostener que no hay pruebas para imputar a su cliente de las denuncias porque lo único que hay en la causa es la aseveración de una supuesta víctima, dijo.
No descartó recusar al juez de Morón, Alfredo Meade, a raíz de las declaraciones que el magistrado brindó durante el informe periodístico (en donde dio a entender que el sacerdote tenía una "suite nupcial" con un menor).
Para Grassi, su presunta víctima "es un fantasma" porque, al no saber de quién se trata no puede decir "si estuvo o no en el hogar y qué trato ha tenido allí", dijo el abogado.
En declaraciones a los periodistas al término de la indagatoria de Grassi, Sandro aseveró que en la causa sólo hay "la declaración de una persona que lo involucra (en los abusos) no respaldada por ninguna otra evidencia válida".
No obstante, el fiscal de Morón, Federico Nieva Woodgate, había respaldado la orden de detención contra Grassi, ya que aseguró que el Código sólo establece que "basta con que la prueba convenza" para disponer un arresto. Y remarcó que Grassi podría ser condenado a penas de hasta 10 años de cárcel.
Además, la fiscalía quiere determinar cómo logró anteanoche el sacerdote eludir la custodia policial que llegó hasta el Canal 9, en el barrio porteño de Palermo, mientras estaba haciendo su descargo sobre las acusaciones emitidas por otra televisora.
Sin embargo, al menos dos de las 12 horas que estuvo prófugo de la Justicia estuvo armando su defensa mediática en los estudios de Canal 9, de donde huyó por una puerta trasera al ser advertido por periodistas de esa emisora de que la policía estaba a punto de detenerlo. (DyN y Télam)



Grassi quedó alojado en una seccional de Morón.
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