Año CXXXV
 Nº 49.642
Rosario,
viernes  25 de
octubre de 2002
Min 14º
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cartas
Obras faraónicas en un país pobre

En este momento cruel que estamos atravesando, es importante realizar una reflexión serena sobre las obras que proyectan nuestros gobernantes, el gasto que demandan y el verdadero resultado objetivo que se logra. Así podemos observar con mucha tristeza cómo la tozudez, la omnipotencia y la omnisciencia de algunos hombres cuando llegan a gobernar y al mismo tiempo el tremendo perjuicio que pueden provocar al pueblo. En efecto, el intendente Binner proyectó el megaproyecto del Nuevo Hospital Clemente Alvarez, que requirió y requiere de una fantástica inversión. Se gastaron varios millones de dólares, se construyó una manzana y allí quedó, transformándose en el Monumento al Pozo II, con una estructura con su cáscara completa, pero con su contenido vacío absolutamente, y no funciona. La gente necesita imperiosamente un buen transporte público de autobuses. Se ideó un faraónico proyecto, con estaciones intermedias, colectivos enormes articulados, coches con aire acondicionado y música funcional y al mismo precio y se gastaron cientos de miles de dólares en una consultora francesa. ¿Todo esto para qué? Resultado: tenemos un servicio de transporte público de colectivos horrible, en decadencia, peor al que teníamos antes que asumiera Binner. Otro megaproyecto: el centro de trasplante de médula ósea: requirió una inversión de un millón de dólares, se terminó pero no puede colocarse en funcionamiento porque no tiene el municipio los recursos para mantenerlo (a pesar de que la provincia ya destinó una cifra mensual importante para su funcionamiento). Entonces, para qué se proyectó si después no tienen con qué mantenerlo. Costa Alta: se proyectó el muelle con una millonaria inversión, no se escuchó ni se discutió con las empresas de las lanchas. Se ideó, se gastó, se utilizó por un tiempo; ahora parece que es mejor que las lanchas no sigan saliendo de allí sino de la Estación Fluvial. Entonces, ¿para qué se construyó? Erradicación de las villas: se ideó, se proyectó, se gastó mucho, y ¿por qué no se erradicaron las villas de emergencia? ¿Dónde se efectivizó ese megaplán tan promocionado? Lamentablemente, la población es la que en definitiva sufre los avatares de las malas políticas. Qué lástima.
DNI 10.409.281


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