Año CXXXV
 Nº 49.642
Rosario,
viernes  25 de
octubre de 2002
Min 14º
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Editorial
Gesto que marca el camino

No son los presentes, se sabe, días de fiesta en la Argentina. La presencia de la crisis económica se hace sentir en cada resquicio de la vida cotidiana y no resulta tarea sencilla encontrar las razones que permitan pronunciar, con fundamento, la entrañable palabra esperanza. Es en el marco de esa compleja coyuntura que han adquirido crucial importancia valores que, si bien son parte constitutiva de lo mejor del ser humano, en este momento se convierten, simplemente, en fiables garantes de la supervivencia diaria. Uno de ellos -acaso el más importante- es la solidaridad. En su edición del martes pasado, La Capital dio cuenta de un hecho que se convierte en una nueva prueba de que la sociedad no carece de buenos motivos para confiar en sí misma: una familia rosarina donó trescientos mil dólares al Hospital Centenario.
La cifra, en el país de la devaluación y la pesificación, es más que importante. Y claro está que las autoridades del efector piensan darle buen uso. "Vamos a refuncionalizar las salas 10 y 11 para concretar un hospital de día, ampliando de siete camas que hay en la actualidad a unas 23", dijo exultante a La Capital la directora del Centenario, Claudia Perouch. El hospital de día servirá para llevar adelante tratamientos oncológicos, reumatológicos y endoscopias, además de permitir el funcionamiento de flamantes consultorios y la posterior incorporación de un quirófano.
En momentos que la salud pública se encuentra en estado de absoluta emergencia debe valorarse más que nunca la generosa decisión de esta familia de la ciudad, que ha preferido permanecer -en otra actitud que la enaltece- en el más riguroso anonimato. El ejercicio concreto y activo de la solidaridad es un privilegio que exhiben los seres más valiosos. Y aunque el significado de un gesto no necesariamente se relaciona con su efectivización en el terreno de lo material, en este caso la cuantía de la donación amerita el reconocimiento expresado a través del elogio. Ojalá el ejemplo se extienda y multiplique. Se trata de un comportamiento de cuya imitación podrían provenir innumerables beneficios para una Nación que necesita, más que nunca, de lo mejor que pueda darle cada uno de sus habitantes.


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