Luis Emilio Blanco / La Capital
San Jorge. - Un médico rescató a un recién nacido que otros facultativos dieron por muerto y lo trasladó a un hospital santafesino donde lograron salvarlo. Tras el parto, los profesionales dijeron a los padres que el niño había fallecido y hasta les extendieron el certificado de defunción. El médico hizo la denuncia policial asegurando que los responsables no actuaron para salvar al bebé y tomaron represalias contra él. El hecho, del que se supo ayer, ocurrió el sábado pasado tras una serie de confusos episodios que surgirían a raíz de varios años de cuestiones internas en el Samco local.
Alrededor de las 13.30 de ese día, el doctor Angel Bracco y una enfermera estaban realizando controles de rutina en los internados en Terapia Intensiva cuando recibieron la noticia de parte de una mucama. "El bebé que nació esta mañana -a las 11.30- y que dijeron que se iba a morir, todavía está con vida", les dijo.
El médico, que no había atendido el parto, se dirigió junto con la asistente a la sala de recepción y encontraron al niño con evidentes signos vitales. "Llegué inmediatamente después que llegara la pediatra de turno y encontré que el bebé se movía y emitía quejidos", dijo Bracco.
El profesional explicó que inició los trámites de derivación y se comunicó con el hospital de niños Orlando Allasia, en Santa Fe, para que esperaran a su paciente. "Hablé con Neonatología, le pedí a la enfermera que notificara al chofer de la ambulancia, al técnico de emergencias, a la enfermera de turno para traslados y al cirujano para que canalizara al bebé para poder trasladarlo", señaló.
"Hablé con la madre y le tomé algunos datos sin darle la novedad porque consideré muy comprometida la situación", dijo Bracco, que en ese momento encontró sobre la mesa de luz el certificado de defunción extendido por el obstetra, a quien hizo llamar junto con el director del Samco, Miguel Angel Lladós.
Después buscó la historia clínica de la criatura y encontró que constaba un reporte de enfermería que indicaba que el niño había nacido muerto. "El doctor que atendió el parto no concurrió a mi llamado. Sí vino el director, pero éste no impartió ninguna orden sobre el tema. Yo corrí con toda la responsabilidad", dijo Bracco.
Alrededor de las 14.40 el chofer, la enfermera y Bracco partieron rumbo a Santa Fe sin ninguna orden expresa de las autoridades del hospital. En el viaje, cuando faltaban apenas 20 kilómetros para llegar a la capital provincial, el niño sufrió un paro respiratorio que pudieron revertir. Al entrar por la rampa de acceso al nosocomio el bebé tuvo otra crisis y esta vez fue reanimado por personal hospitalario. Los médicos santafesinos advirtieron a Bracco que debían presentarse los familiares porque, de lo contrario, estarían obligados a notificar a la policía.
"Relaté lo ocurrido a los padres -dijo Bracco- y lo agregué a la historia clínica, donde dejé constancia que durante dos horas el niño no había recibido ningún tratamiento. Los médicos del Allasia confirmaron que las lesiones sufridas por el bebé fueron por hipotermia".
"El director del hospital -añadió- no se comunicó en ningún momento para interiorizarse sobre el tema y el partero me increpó duramente en hall del Samco. Me reprochó que yo me había metido en cosas que no me correspondían y, sin preguntarme por el estado del bebé, me pidió que le devolviese el certificado de defunción y la historia clínica. Le entregué la documentación con la condición de que se le alcance el certificado a los padres y la historia clínica no sufriera cambios. Luego el obstetra me mostró el certificado destruido y me dijo: Ahora no va a pasar nada".
"Como consideré que la situación me superaba, comuniqué los hechos al consejo de administración e hice la denuncia policial para que se investigue, porque hay demasiados puntos oscuros en esta cuestión. Hasta intervino una empresa funeraria local que fue al hospital a retirar el supuesto cadáver", contó Bracco.
El médico aseguró que el martes se encontró con tres sanciones por diversas causas bajo la firma del director Lladós, a quien le endilgó haber tomado represalias. "Este es el corolario de muchos desmanejos que vienen sucediendo en este hospital y yo vengo denunciando desde hace mucho tiempo a nivel profesional", dijo el médico, quien también se desempeña como gerente administrativo del Samco.
"Desde que estoy en ese cargo hice cambios que afectaron muchos intereses económicos, el director es autoritario y me amenaza con sanciones", enfatizó Bracco. Si bien atacó con dureza a los médicos responsables, no arriesgó hipótesis sobre los móviles de quienes presuntamente abandonaron al bebé. Sólo consignó que el niño nació a las 11.30 del sábado 19 y pesaba un kilogramo. También dijo que es el sexto hijo de una familia careciente "que ni siquiera disponía de dinero para viajar a Santa Fe" y agregó que según los médicos del Allasia "el bebé se encuentra en estado delicado pero estabilizado".
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