"Entiendo que no es apropiado que los comedores abran los sábados, pero con hambre los chicos no aprenden. Y algunos dicen que esto estropea la calidad educativa, pero la verdad es que la calidad disminuyó porque los supervisores dejaron de hacer su trabajo". Tan contundente como enojado, el ministro de Educación de la provincia, Daniel Germano, salió al cruce de los dirigentes de la Asociación de Magisterio de Santa Fe (Amsafé) que ante la apertura de los comedores los sábados manifestaron en la edición de ayer de La Capital el temor de que las escuelas se conviertan en "comederos". Pero el funcionario fue más allá. Aseguró a este diario que "las pruebas de calificación a los maestros no se hacen seriamente" y desafió a los docentes a "renunciar si no pueden dar clases en una escuela donde hay un comedor".
Lo cierto es que más allá de las críticas la experiencia piloto del Ministerio de Educación comenzará mañana cuando ocho escuelas de Rosario abran sus puertas para darles de comer a los chicos, al igual que un establecimiento de Villa Gobernador Gálvez y otro de Pérez. Así, en la Región VI se repartirán en una sola jornada un total de 5.600 raciones de comida.
En rigor, los chicos no sólo irán a la escuela a comer, ya que los directores además tendrán que presentar las actividades curriculares o extracurriculares que se van a desarrollar ese día. "La idea es, precisamente, que las escuelas no sean comederos, para usar el término despectivo que usó la dirigente de Amsafé (Stela Michalek)", explicó el titular de Educación.
"No entiendo esta oposición- continuó-. Los directores son los únicos que estarán obligados a abrir la escuela, pero se les incrementará el adicional que cobran por tener el comedor. Y los docentes cobrarán por cada hora de trabajo el equivalente a una hora cátedra, mientras que al personal no docente se le pagará por horas de servicio extraordinario. El que no quiere ir, que no vaya. Y si ellos creen que no pueden educar donde hay un comedor, que no eduquen y cambiamos los docentes, que renuncien porque tenemos la cantidad de docentes suficientes como para cubrir todos los cargos".
Pero para Germano, las declaraciones de la delegada local del gremio "no coinciden con la opinión de la mayoría de los docentes. Creo que por una cuestión ideológica de responder al gremio, muchos no afrontan la realidad".
Y para el ministro la realidad es que "la demanda de raciones aumenta día a día". Es que en la provincia se reparten diariamente 182 mil raciones, de las cuales 52 mil son para Rosario. "Que den la cara y me digan que no es necesario abrir los comedores", volvió a desafiar a Amsafé.
Germano no ve la apertura de las escuelas los sábados como una conquista. "Ante la necesidad, la escuela es el mejor lugar para la contención social de los chicos. ¿Por qué otro ministerio la van a tramitar? ¿Qué quieren, que la contención la encuentren en una comisaría?", se preguntó.
Supervisores, a trabajar
Lo cierto es que las declaraciones del gremio docente enfurecieron al ministro, que desde la mañana temprano bramó por las radios y pasado el mediodía dialogó con La Capital. "Vienen a decirme que esta experiencia estropea la calidad educativa, pero con hambre no se puede aprender. Y, aunque defiendo al buen docente, hay que decir que la calidad de la educación está en baja porque los supervisores no hacen su tarea. Y que se olviden, porque conmigo van a tener que trabajar", advirtió.
Para Germano las muestras de la caída del nivel de enseñanza están a la vista. No sólo aseguró que "los resultados de las últimas evaluaciones universitarias que vi (de los alumnos que salen de la escuela media) fueron muy malas", sino que además señaló que "desde hace tiempo las pruebas de calificación de la provincia no se hacen seriamente".
Pero no les endilgó la responsabilidad a las anteriores gestiones de la cartera educativa, sino "al deterioro que viene sufriendo el sistema".
Y los docentes tampoco quedaron afuera del torbellino de críticas. Es que el funcionario aseguró que "es cierto que los maestros recibieron agresiones internas y externas, pero hace tiempo que trabajan en una especie de libertinaje que no está controlado. No hay una buena supervisión, entonces no sabemos si los docentes están capacitados para estar en un aula y si los directores también están a la altura de su cargo".
Y hubo más: el titular de Educación aseguró que "no se debió sacar una ley que titularice a los docentes (en referencia a la del año pasado), hay que concursar". Por eso, advirtió que "el año que viene, sí o sí, se van a concursar los cargos para el nivel inicial y la EGB, que vendrán junto con cursos gratuitos de capacitación. Pero empezarán en el 2003 y terminarán en el 2003, no serán eternos".
La Ciudad
