Año CXXXV
 Nº 49.640
Rosario,
miércoles  23 de
octubre de 2002
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La especialidad del nuevo siglo

La inmunología es una de las ramas de la medicina que más ha avanzado en los últimos 10 años. Cada vez, con más frecuencia, en los diferentes encuentros médicos de distintas especialidades se debaten y estudian los mecanismos inmunológicos que intervienen en la aparición de diferentes patologías.
El amplio espectro de esta especialidad abarca el control de pacientes transplantados, estudios de histocompatibilidad, de ADN, enfermedades relacionadas o de transmisión genética, cuadros de inmunodeficiencia primaria (habituales en la primera infancia y adultos jóvenes) e inmunodeficiencia secundaria por VIH u otras patologías. Abarca también el estudio y tratamientos de pacientes con enfermedades autoinmunitarias (colagenopatías) y asmáticos.
"En el caso de los asmáticos basamos el tratamiento en el logro de la tolerancia inmunológica de las mucosas respiratorias, mediante inmunomoduladores y péptidos. De esta forma es posible disminuir la respuesta inflamatoria de las mucosas del árbol bronquial, responsable del broncoespasmo, mejorando considerable la calidad de vida, con la consiguiente disminución de la frecuencia e intensidad de los broncoespasmos", explicó a La Capital el doctor Guillermo Báez, inmunólogo clínico.
El mismo principio terapéutico sirve para el tratamiento de las colagenopatías (artritis reumatoidea). "Logramos disminuir o suspender los corticoides y los antiinflamatorios, además de eliminar la rigidez y la tumefacción matinal", agregó Báez.

Estrés y ejercicio
Entre los factores que afectan el adecuado funcionamiento del sistema inmune figuran el excesivo ejercicio físico. "Si es intenso, induce al estrés y eleva los niveles plasmáticos de cortisol, catecolaminas, interferón Alfa, interleuquina 1, beta endorfinas y metaencefalinas, induciendo a la inmunodeficiencia y a una mayor susceptibilidad a las infecciones", explicó el inmunólogo. Lo mismo sucede con las lesiones traumáticas (cirugías) y las grandes quemaduras.
La desnutrición, las condiciones sanitarias y de higiene personal deficientes, inciden también en el aumento de las infecciones. Al respecto, Báez explicó que la deficiencia crónica de aminoácidos esenciales puede dar como resultado diversas enfermedades como el Kwashiorko y el marasmo. "La primera es un caso extremo de desnutrición proteico-acalórica, en cambio el marasmo es una manifestación clínica de la falta de proteínas, grasas, vitaminas, minerales durante los primeros años de vida", dijo. Esta última es reversible sin dejar secuelas importantes en el sistema inmunológico, mientras que la anterior produce una disminución del tamaño del timo con las consecuentes repercusiones en dicho sistema.
Finalmente, el inmunólogo dijo que aún no se ha podido establecer la influencia de la edad sobre los fenómenos autoinmunitarios. "La respuesta de los linfocitos B a los antígenos externos no se modifica de manera notable a medida que pasa el tiempo, pero se ha observado que a partir de los 40 años, parte de la estructura de los anticuerpos (inmunoglobulinas) disminuyen su expresión", puntualizó el profesional.



El inmunólogo clínico, Guillermo Báez.
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