Armando Auzmendi es el abuelo de dos varones de 7 y 9 años. Los niños nacieron con inmunodeficiencia primaria (IDP), enfermedad hereditaria que provoca una alteración del sistema inmune. Por la propensión a contraer infecciones, el tratamiento consiste en la aplicación de una inyección mensual de gammaglobulina endovenosa. Auzmendi participó de una reunión en Buenos Aires junto a otros familiares del país, convocados por el servicio de inmunología del Hospital Garraham. En aquel encuentro se sentaron las bases para la creación de la Asociación Argentina de Ayuda al Paciente con Inmunodeficiencia Primaria.
La asociación tendrá una filial en Rosario y se calcula que empezará a funcionar dentro de dos meses. En cuanto a los objetivos de la flamante entidad, Auzmendi explicó que primero tratarán de obtener ayuda para atender la enfermedad, brindarán información acerca del diagnóstico y tratamiento y motivarán la capacitación de enfermeros para la transfusión de la gammaglobulina.
"Hasta el año pasado la gammaglobulina era importada. Debido a la crisis económica que aumentó su precio, hoy se fabrica una de excelente calidad en la Universidad Nacional de Córdoba", dijo Auzmendi.
Otro de los tópicos de la reunión efectuada en Buenos Aires fueron las enfermedades asociadas con la desnutrición durante el embarazo. En estos casos, la alteración del sistema de defensas no es el problema de base, sino un desencadenante de la mala alimentación. "Si persisten los actuales niveles de pobreza, estas patologías serán un flagelo para la Argentina", auguró Auzmendi.
Diagnóstico precoz
Uno de los médicos rosarinos presentes en dicho encuentro fue el pediatra Miguel Galicchio, miembro del Servicio de Alergia e Inmunología del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, especializado en el Hospital de Pediatría Juan Garraham.
El especialista explicó a La Capital cuáles son los síntomas que avisan que un niño tiene problemas en su sistema inmunológico: \u Infecciones frecuentes.
u Múltiples y frecuentes tratamientos antibióticos.
u Retardo para aumentar de peso y estatura.
u Trastornos gastrointestinales severos (diarrea de larga evolución).
u Historia familiar de inmunodeficiencia primaria.
Galicchio aclaró que dentro de los trastornos inmunológicos primarios más frecuentes se encuentran las deficiencias de anticuerpos. "La más común es la deficiencia absoluta de inmunoglobulina A (IgA), con una incidencia de 1/500 recién nacidos vivos, asociada clínicamente a infecciones recurrentes de la vía respiratoria, digestiva o genitourinaria", dijo el profesional.
Ante cualquiera de los cuadros nombrados es conveniente realizar una consulta con el pediatra. "La enfermedad comienza en los primeros años de vida, es tratable y al diagnosticarla rápidamente se evitan secuelas irreversibles", cerró el especialista.
Se calcula que son cincuenta los nuevos casos diagnosticados el año pasado en nuestra ciudad.
La Ciudad
