Año CXXXV
 Nº 49.638
Rosario,
lunes  21 de
octubre de 2002
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La lluvia destruyó legumbres y verduras
En cambio, el agua benefició los principales cultivos exportables de la región: maíz, trigo y soja

Las fuertes lluvias del fin de semana causaron importantes pérdidas en el cinturón frutihortícola rosarino y afectaron a más de la mitad de los cultivos de lenteja y arveja. En cambio, el agua caída fue beneficiosa para el desarrollo de la campaña relacionada con los principales granos: el trigo, que está en plena evolución, el maíz que se está sembrando y la soja que viene.
El secretario de Agricultura, Oscar Alloatti, dijo ayer que sólo algunas regiones muy puntuales del territorio santafesino sufrieron exceso de agua, mientras que en el extremo sur provincial y en el nordeste, los cultivos se vieron beneficiados ya que estaban sufriendo falta de humedad.
El sector más afectado es el cinturón verde rosarino. Gabriel Prieto, ingeniero agrónomo del Inta Arroyo Seco, señaló que las grandes precipitaciones afectaron la evolución de las legumbres sembradas en la región. El cultivo de lenteja se llevó la peor parte y las pérdidas podían superar el 50% de la producción. La arveja la sacó un poco más barata.
Prieto consideró que, con el agravante de la falta de semillas de estas especies en la Argentina, el precio de ambas legumbres se notará en las góndolas de los supermercados si se confirman las estimaciones sobre las pérdidas ocasionadas por las lluvias.
El ingeniero del Inta se mostró también preocupado por la fuerte erosión híbrica de los suelos que se produjeron en numerosas zonas (como Arroyo del Medio, por ejemplo), debido al abandono de la siembra directa como método de producción ante el elevado costo de los herbicidas, lo cual "el impacto es terrible en la pérdida de fertilidad de las tierras", explicó.
Pero el agua también afectó al sector de frutas y hortalizas. Según el coordinador del Foro Frutihortícola, Eduardo Eraso, el tomate fue la verdura más afectada dentro de los productos cultivados. Esto se agrava por los mayores costos que tiene este cultivo, respecto de otros.
"La pérdida es muy importante pero veremos cómo evoluciona el clima en los próximos días para poder entrar a los campos y cuantificar con exactitud los perjuicios ocasionados por las lluvias", señaló el directivo.
Eraso adelantó que con los datos en la mano definirán si solicitan al gobierno provincial que declaren la emergencia agropecuaria en la región. Para esto, el directivo graficó: "La chaucha se enrama para que crezca y con la cantidad de agua que cayó quedó todo en el suelo".

Mejores perspectivas
En cuanto al gran cultivo, los productores de la pampa húmeda siguen con atención el clima, pero por ahora las lluvias son bien recibidas. "Salvo las lluvias extremas en la provincia de Buenos Aires, el agua vino muy bien a zonas como Venado Tuerto, en el norte de Santa Fe y en Córdoba, donde faltaba acumular humedad de cara a la siembra de la soja", explicó Manuel Cabanellas, presidente de la Confederación Rural Argentina (CRA).
El dirigente rural remarcó que "es tradicional en esta época del año se produzcan estas lluvias", que en el caso de esta campaña "el balance es positivo, ya que ayudará también a la siembra de soja de segunda".
En el caso del maíz, el secretario de Agricultura provincial remarcó que fueron escasos los lotes afectados, ya que gran parte del cultivo sembrado tiene un grado de madurez que le permitió sobrevivir a los niveles de agua caída sin problemas.
Alloatti señaló que hasta ayer la Secretaría de Agricultura no había recibido ningún pedido formal para declarar la emergencia agropecuaria, aunque no descartó que se produzcan en los próximos días.
En el caso del trigo se teme la aparición de hongos en las plantas, pero las fuentes consultados coincidieron en que esto no representará una merma en el rinde y calidad de este cultivo. Es más, se arriesgaron a vaticinar una producción superior registrada en campaña pasada. Una hipótesis que confirmaría los análisis climáticos de que el comportamiento del fenómeno de El Niño este año favorecería la producción granaria en la Pampa Húmeda.
De todas formas, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó "la región argentina de cultivo de granos ya comenzó a sentir los efectos del crecimiento de El Niño". "Las fuertes tormentas registradas durante los últimos días fueron una muestra contundente de lo cabe esperar para el resto de la temporada", agregó.



Las lluvias afectaron al cinturón frutihortícola.
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