Año CXXXV
 Nº 49.635
Rosario,
viernes  18 de
octubre de 2002
Min 12º
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Entrevista
Ignacio Fernández, la revelación del barrio
El interno de Banco de Santa Fe se destaca en la Rosarina

Ignacio Fernández se transformó en uno de los jugadores más importantes del básquetbol rosarino con apenas 21 años. Para él, el aro que instaló en el patio de su casa es más motivador que el Madison Square Garden. Allí, en su aro, hizo la primera volcada luego de intentar una y mil veces llegar a la red primero, para luego toparse con ese círculo de hierro que fue testigo de su crecimiento, el que a la vez lo obligó a esforzarse para alcanzar este presente. Nacho es de esos jugadores atípicos, que empiezan un deporte de grandes y lo aprenden rápido, impulsados por el propio entusiasmo.
Fernández recuerda que en cadetes era bajo y que la única opción era jugar de escolta, hasta que un estirón le permitió llegar hoy a una altura de 1,94 metro, talla que lo convirtió en un interno y en un jugador polifuncional, cualidad poco frecuente en el básquetbol local.
Hace cinco años que está militando en primera, pero desde el debut su ímpetu lo llevó a devorarse a muchos jugadores más expertos, que no podían hacer pie cuando los encaraba o decidía lanzar. Y defendiendo era otro león, pero de esos que no querían dejar escapar a su presa aunque lo superara en magnitud. Por esto Nacho se transformó en uno de los caudillos de Banco de Santa Fe.
-¿Cómo afrontás este presente en el que siendo tan joven ya sos un referente de un plantel también juvenil?
-Tranquilo, porque sé que tengo el apoyo del cuerpo técnico y de mis compañeros. Es la primera vez que tenemos que jugar sin un compañero de experiencia. Junto con Eloy Madrid y Nicolás Vignoli somos los que más tiempo hemos jugado y tenemos que ponernos el equipo al hombro. Es un lindo desafío.
-Ya ganaron la Copa Bernardini y además se clasificaron para la segunda rueda del 150º aniversario de la ciudad, y esto es un buen indicador.
-Sí, es verdad, por eso creo que tenemos un muy buen equipo, básicamente con una gran media cancha, que además de entrenarse como loco se lleva muy bien. Esa es la única forma de conseguir cosas y la respetamos a más no poder.
-¿Cuál es el objetivo en este torneo y qué esperan para el próximo campeonato oficial que comienza en marzo del 2003?
-Queremos llegar lo más lejos posible. La meta es el oficial del año que viene, y antes de que empiece nos vamos a juntar con los directivos para planificar la temporada. Tenemos equipo para pelear entre los ocho primeros, pero necesitamos un interno como refuerzo.
-Además es casi un hecho que van a jugar el Federativo, ¿cuál es tu sensación luego de dos participaciones llenas de contratiempos?
-Un poco extraña porque las dos veces que jugué tuvimos muy buenos equipos pero nos quedamos en el camino por decisión de los dirigentes. La verdad es que me quedé muy caliente porque es duro entrenarte y viajar en verano, y nosotros habíamos dejado muchas cosas de lado.
-¿Tuviste ofrecimientos para jugar en un nivel superior?
-Sí, hice algunos campus en Belgrano y Regatas de San Nicolás, pero sólo quedó en eso. Además, en segundo año de juvenil, Mario Guzmán me convocó para jugar el TNA con Newell's, pero en Banco pidieron mucho dinero por el pase y no pude ir.
-¿Qué recuerdos tenés de la selección rosarina mayor cuando jugaste el torneo provincial?
-Muy buenos, porque más allá de que en ninguna de las dos ocasiones ganamos el título siempre les estaré agradecido a Marcelo Roig y a Pablo D'Angelo por haber confiado en mis condiciones. Fue un orgullo muy grande ser el jugador más joven de ambos seleccionados.
-¿Sos de mirar básquet cuando no jugás?
-Siempre, miro los partidos del parque Urquiza con igual frecuencia que los de la Liga o NBA, porque de todos saco cosas que me pueden servir.
-¿Cómo ves la actualidad del básquet rosarino?
-Está decaído. Yo vengo de la camada de los Boccia, los Domínguez, los Fernández, los Pascual. Ahora veo los seleccionados rosarinos de juveniles y pocos han jugado algún minuto en primera, cuando antes si no eran figuras ya estaban en la Liga Nacional. No veo que surjan buenos proyectos y eso es preocupante.
-¿Tuviste ofrecimientos de clubes de Rosario?
-Sí, varias veces. Me hablaron de Ciclón, también se comentó que me quería Rosario Central cuando estaba pasando un buen momento, pero nunca nada firme. En Banco de Santa Fe estoy muy cómodo, siempre me han tratado bien y tengo a mis amigos.
-¿Cuándo creés que llegará esa vuelta olímpica tan deseada?
-Ojalá que pronto, y si no es en Banco me encantaría que sea en un club en el que se sienta mucho el básquet, una entidad que lleve mucha gente a la cancha. En Banco fuimos campeones del Federativo y en la tribuna estaban los mismos de siempre.
-¿Qué se siente jugar en el mismo equipo con tus dos hermanos (Julián, de 18, y Alejandro, de 20)?
-Una alegría enorme. Es muy lindo convivir con ellos pero está claro que tiene sus desventajas, porque cuando nos tenemos que decir algo lo hacemos como hermanos y no como compañeros de equipo.



Con 21 años, Fernández da que hablar con su juego. (Foto: Enrique Rodríguez)
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