Año CXXXV
 Nº 49.631
Rosario,
lunes  14 de
octubre de 2002
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Chile logró la renuncia del jefe de la fuerza aérea
Encubrió crímenes cometidos durante la dictadura

Paulina Modiano Gabriela Donoso

Santiago. - El comandante en jefe de la Fuerza Aérea Chilena (Fach) renunció a su cargo, acosado por denuncias que lo han responsabilizado de ocultar información sobre el paradero de detenidos desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.
El general de aviación Patricio Ríos notificó su dimisión luego de varias semanas de tensión con el gobierno, que no tenía facultades para removerlo, y en medio de acusaciones penales que podrían derivar en su procesamiento bajo el cargo de "obstrucción a la justicia". Ríos es el primer alto jefe militar chileno que se ve obligado a abandonar sus funciones por las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, de 1973 a 1990.
"El comandante Ríos me ha dejado en libertad de acción. Quiero resaltar el gesto del general Ríos, que lo hace, como él me lo indicó, por el bien de la institución y también por el bien de Chile", dijo el presidente chileno Ricardo Lagos. "Próximamente designaré un sucesor".
La salida de Ríos, quien debía permanecer al mando de la Fuerza Aérea (Fach) chilena hasta mediados del próximo año, se precipitó luego de que un juez procesó a otro general de la aviación, Patricio Campos, quien confesó haber destruido información sobre el destino de desaparecidos.
Con querella abierta. Ríos corre también el riesgo de ser enjuiciado bajo el cargo de obstrucción a la justicia, ya que fue él quien encomendó directamente a Campos recopilar información sobre los desaparecidos para entregarla posteriormente al gobierno. De hecho, el viernes un magistrado especial acogió una querella criminal en su contra, interpuesta por familiares de las víctimas.
"Esperamos que se logre con éxito revelar la verdad sobre todas estas mentiras en que han incurrido altos militares con respecto al destino de nuestros familiares", ha señalado la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Abogados de derechos humanos festejaron la esperada renuncia de Ríos y solo esperan que la fuerza aérea entregue toda la información sobre las víctimas de las violaciones a los derechos humanos que fue omitida en los informes oficiales.
Ríos permanecerá al mando de la Fach hasta que se designe un sucesor. Por ahora, declara inocencia en las culpas que se le imputan, según explicó en una nota entregada a Lagos en la costera ciudad de Viña del Mar.
El informe cuestionado. Los militares entregaron a comienzos del 2001 un informe que contenía señas sobre el paradero de 200 de más de un millar de detenidos desaparecidos durante la dictadura de Pinochet. Sin embargo, la veracidad de esos datos ha sido cuestionada por los familiares de las víctimas, que acusan a los altos mandos de la Fach de esconder deliberadamente información que recopilaron.
Esa versión también ha sido levantada por ex miembros de la propia fuerza armada, que han revelado a medios de prensa local la creación de una verdadera red de protección para uniformados en retiro y servicio activo que participaron en violaciones a los derechos humanos.
Las sospechas sobre las maniobras de la Fach fueron confirmadas el viernes por el juez Carroza, al ordenar el procesamiento del general Campos.
Información destruida. En su resolución el magistrado señaló que Campos recibió informes sobre el paradero de 23 detenidos desaparecidos, pero sólo entregó al gobierno antecedentes de 18 de ellos. "La citada información optó por destruirla. Con ello, beneficia a las personas responsable de estos delitos y le causa un detrimento a la administración de justicia", determinó el juez.
El propio presidente Lagos había criticado en las últimas semanas duramente la actitud de Ríos, pero sin poder destituirlo de su cargo, debido a que la Constitución de 1980, aprobada en plena dictadura, restó al poder ejecutivo la facultad de remover a los altos mandos castrenses.
Tras conocer la renuncia de Ríos, el presidente dijo que espera que la compleja situación suscitada agilice el debate sobre la inamovilidad de los altos mandos militares. "Las circunstancias en las cuales se ha producido esta dimisión deben hacernos meditar sobre la necesidad de mejorar las instituciones", aclaró Lagos. (Reuters)


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