Año CXXXV
 Nº 49.628
Rosario,
sábado  12 de
octubre de 2002
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El ex presidente Jimmy Carter obtuvo el premio Nobel de la paz
El comité noruego dijo que la premiación "debe ser interpretada como una crítica" a Bush por su política sobre Irak

El ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter fue galardonado ayer con el premio Nobel de la paz 2002, lo que según el presidente del comité Nobel noruego, Gunnar Berge "puede y debe también ser interpretado como una crítica a la política de la administración actual que gobierna Estados Unidos respecto a Irak".
En su declaración, Berge agregó que constituye una paradoja el hecho de que el premio se haya dado a conocer pocas horas después de que el Congreso y el Senado de Estados Unidos hayan dado plenos poderes a Bush para un eventual ataque contra Irak.
También hubo algunas caras de asombro cuando Berge confirmó franca y sinceramente que la decisión de este año también es una "disculpa" después de 24 años para Carter, ya que durante su presidencia Estados Unidos obtuvo un gran éxito por la paz: el acuerdo de Camp David entre Israel y Egipto.
"En una situación como la actual, marcada por amenazas de uso de poder, Carter defiende el principio de que los conflictos deben, en la medida de lo posible, resolverse con mediación y una cooperación internacional, basada en el derecho internacional, el respeto de los derechos humanos y el desarrollo económico", subrayó la declaración del comité que fundamenta el premio.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que el presidente George W. Bush había telefoneado a Carter para felicitarlo, y que la conversación duró "alrededor de dos minutos", pero se negó a responder a las críticas declaraciones del presidente del comité Nobel.
El ex presidente demócrata de los Estados Unidos aceptó "con profunda gratitud" el Nobel de la paz que le fue asignado, dijo, "en nombre de la gente que sufre por doquier en el mundo".
El premio a Carter también fue interpretado en muchas partes del mundo, particularmente en Europa, como una crítica indirecta a la política exterior del actual mandatario de la Casa Blanca.
El ex presidente demócrata fue seleccionado de entre un total de 156 personalidades y organizaciones, entre los que figuraban el actual jefe de Estado estadounidense, el republicano George W. Bush, lo que le imprimió un carácter político más marcado a la elección.
Los integrantes del comité del premio, instituido Alfred Nobel en 1901, señalaron que Carter fue distinguido por sus "décadas de esfuerzos por encontrar soluciones a conflictos internacionales".
El ex presidente Carter, de 78 años, ocupó la presidencia de su país entre 1977 y 1981, un período caracterizado según sus críticos por la "alternancia de luces y sombras", en alusión a las numerosas y controvertidas crisis internacionales que enfrentó y a una recesión económica que soportó al final de su mandato.
El Nobel de la paz es el único que se anuncia y se entrega en Oslo, mientras los de literatura, medicina, física, química y economía se dan a conocer en Estocolmo.
Este ingeniero nuclear nacido en una familia de cultivadores de maníes fundó en Atlanta, la capital de Georgia (su Estado natal y del cual fue gobernador) el Centro Carter para promover "los derechos humanos y aliviar el sufrimiento humano; prevenir y resolver conflictos, impulsar la libertad y la democracia y mejorar la salud". Todo esto, enmarcado en su férrea convicción demócrata y la religión bautista.
Sus actividades incluyen el monitoreo de procesos electorales en democracias jóvenes y la mediación en conflictos en América Latina, Asia, Africa y Europa oriental.

A veces rema para el gobierno
A veces, pero no siempre, Carter, de 78 años, suma sus esfuerzos a los del gobierno estadounidense. Poco antes de cumplir 70, fue el encargado de negociar con los golpistas haitianos para garantizar el desembarco pacífico de las tropas estadounidenses que en 1994 reinstalaron al depuesto presidente Jean Bertrand Aristide.
Pero en Somalia, por ejemplo, saboteó los esfuerzos de Washington por combatir al líder tribal Mohammed Aldid, que se saldaron con una humillante y sangrienta retirada de los marines. Y en Corea del Norte provocó una desagradable sorpresa en la Casa Blanca al exigir el levantamiento de las sanciones impuestas a Pyongyang.
En mayo de este año viajó a Cuba, donde exigió a Fidel Castro reformas democráticas pero también se pronunció a favor de levantar el embargo estadounidense que la isla soporta desde hace 40 años.
Tampoco se privó de criticar a sus sucesores en la Casa Blanca cuando lo consideró necesario. Hace apenas un mes, dirigió sus dardos al presidente George W. Bush, a quien acusó de arriesgar el éxito de la campaña contra el terrorismo internacional por su obstinación con atacar Irak. Según Carter, Saddam Hussein no representa ningún peligro grave para la estabilidad internacional. (Télam)



Un momento feliz que Carter tardó 24 años en vivir.
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