A River le resultó mucho más sencillo de lo esperado quedarse con el triunfo que necesitaba para seguir a dos puntos de Independiente, el único líder. River llegó poco, convirtió mucho y le ganó 3 a 1 a un Nueva Chicago que no pudo hacer gala de su condición de equipo difícil cuando juega contra los grandes.
El conjunto de Núñez se llevó los tres puntos del Nuevo Gasómetro casi sin despeinarse. Acertó en el arco rival gracias a dos oportunas intervenciones de Luis González y a un preciso disparo de D'Alessandro e hizo que los últimos 30 minutos estuvieran prácticamente de más.
Cuando faltaban 9 minutos para el final, Ariel Carreño descontó en una acción aislada, pero sólo para modificar las estadísticas, aunque es cierto que River se durmió en el último cuarto de hora y pareció sobrar el partido. Si el encuentro no se le complicó fue porque la formación de Mataderos careció de pimienta ofensiva.
Chicago salió a defenderse y le salió mal. Y cuando quiso reaccionar era demasiado tarde y además chocó contra sus propias limitaciones.
Esta vez, a diferencia de la mayoría de los últimos partidos, River salió con efectividad antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, algo que siempre facilita la tarea ante adversarios cerrados como Chicago. Y después de que Angel Sánchez dijera "siga, siga" ante un claro penal de Adrián Barbona a Lucho González se puso en ventaja. Fue a los 14, cuando D'Alessandro desequilibró por la izquierda y le sirvió un centro exacto a Esteban Fuertes, quien llegaba por la zona del punto penal. El remate del Bichi lo tapó el paraguayo Velázquez y Lucho capturó el rebote para poner el 1-0.
Si quedaba alguna duda en cuanto a si River sería el ganador, esta quedó disipada a poco de regresar del descanso. Sobre los 7', D'Alessandro tiró un córner desde la izquierda, el Chori Domínguez la cruzó al segundo palo y Lucho González llegó vacío para convertir. Demasiada comodidad para un partido que podía presentarse complicado.
El juego varió poco y nada y las llegadas a los arcos siguieron ausentes. River estaba tranquilo por la ventaja y Chicago no sabía cómo hacer.
A esta altura, Chicago ya había descontado con un remate desde afuera del área de Carreño. Luego del 3-1, los verdinegros sólo inquietaron con un envío de Ariel Jesús. La victoria era toda de River, que ya tenía en el bolso los tres puntos que precisaba para seguir a tiro de Independiente. (DyN)
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La Ciudad
