Año CXXXV
 Nº 49.624
Rosario,
lunes  07 de
octubre de 2002
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Buscando la salida
Si Ñuls no supera la crisis del clásico, Zamora se va

Gustavo Conti / La Capital

El problema de Newell's no es técnico sino del bajo rendimiento de algunos jugadores y todo esto es consecuencia de lo que pasó en el clásico". Por primera vez Zamora aludió a la derrota ante Central como punto de partida a este mal momento que ya merece llamarse crisis. Pero lo que el técnico debe intuir además, es que también a partir de allí empezó a ponerse en duda su trabajo en el lugar donde los clubes toman las decisiones, es decir, en su dirigencia. Es que los 22 años de racha que se cortaron eran la única joyita que Newell's venía exhibiendo en los últimos diez años sin alegrías, sin títulos, sin clasificaciones a las copas, sin logros significativos. Y el Negro, el que venía trayendo derechito al equipo hasta ahí, apareció como responsable, tal vez injustamente como muchas cosas en el fútbol. Desde entonces, nada fue lo que era al principio del Apertura, al punto de que ante Lanús deberá rendir un nuevo mensaje de admisión.
Cuando el presidente rojinegro Eduardo López había tomado la decisión de soltarle el brazo a Jorge Ribolzi, allá por el inicio de la temporada 2001/02, dudó entre Llop y Zamora para reemplazarlo y finalmente optó por el Chocho. Parecía claro entonces que si a este le iba a mal el Negro tendría su oportunidad y así fue, pero no quiere decir que entre el titular leproso y el técnico exista un romance ni mucho menos.
De hecho, en los tiempos de jugador del Negro hubo rispideces y aunque desde hace un buen tiempo viven un acuerdo de cooperación mutua, el técnico no las tiene todas consigo y no sería esperado como Llop lo fue en su momento, cuando atravesó una racha larga de 6 derrotas y un empate en 7 partidos. Y en eso mucho tendría que ver esa derrota en el clásico, muy difícil de tolerar en el ánimo del alto mando leproso.
Aunque por primera vez haya aludido al bajo rendimiento de algunos jugadores, Zamora parece contar sin embargo con el apoyo del plantel. Esa baza juega a su favor pero hasta ahí nomás. Es que los jugadores parecen ser concientes de que son mirados distintos desde aquel 0-2 con Central y la falta de reacción del sábado por la noche ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro parece ser un indicio de que cargan con ese lastre, más allá de la actitud y las buenas intenciones.
Que por momentos frente a Boca y los santos apareciera aquel Newell's que venía madurando hasta Independiente, indica que "pasta" hay, pero sino se está convencido de ello, y si el ya lejano clásico no se digiere rápido, será difícil convencer a quienes deben garantizar la continuidad a este proceso. Seguir lamentando conduce a un camino sin salida, o mejor dicho, a una sola posible: la de Zamora.



Aunque lo niegue, Zamora está obligado a ganar.
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